“Reiterando nuestro total apoyo a sus importantes objetivos, las reglas aún necesitan aclaración en muchos aspectos prácticos importantes para permitir que minoristas y mayoristas cumplan con ellas”, señaló Eurocommerce en un comunicado, en el que agregó que ha trasladado esa petición por carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Esa plataforma argumenta que “los minoristas y mayoristas se ven particularmente afectados” por el reglamento “debido a la amplia gama de productos que venden, que involucran a miles de proveedores directos, con decenas de miles de proveedores (...), la gran mayoría de los cuales son pymes” y critica que “es imposible prepararse de manera adecuada y oportuna”.
Lea más: Reglamento 1115: La Comisión Europea promete ayudar a Paraguay a cumplir nuevas exigencias
Pueden quedar sin suministros, advierten a la UE
“Existe un riesgo claro de que se interrumpan los suministros, que las pymes sean excluidas debido a la falta de preparación y que las importantes inversiones comerciales necesarias para su implementación estén mal dirigidas”, lamentó Eurocomerce, que quiere que la ley se retrase “al menos seis meses”.
El reglamento -que irrita también a países como Brasil, Canadá, Estados Unidos, China, Australia o Nueva Zelanda- busca evitar que las importaciones en la Unión Europea de ciertas materias primas y productos derivados del aceite de palma, el vacuno, la soja, el café, el caucho, la madera o el chocolate generen deforestación en terceros países.
Lea más: Ministro de Uruguay tilda de “hipócritas” exigencias europeas antideforestación
La norma, de idéntica aplicación dentro de la UE, entró en vigor hace un año en fase de pruebas y debería pasar a ser efectiva el próximo enero, si se cumplen los plazos previstos, para garantizar que los productos de los sectores afectados que lleguen al mercado único están "libres de deforestación".
Muchos países en contra del reglamento de la UE
Sin embargo, distintos países y sectores están presionando para retrasar la aplicación de la norma, algo que también ha estado presente en las negociaciones de los grupos políticos para dar su apoyo a un segundo mandato de Von de Leyen, ya que el Partido Popular Europeo proponía revisar la aplicación de la norma pero el Grupo Socialdemócrata y el de los Verdes exigían mantener el rumbo.
En su discurso de investidura en la Eurocámara la pasada semana, Von der Leyen no hizo alusión al reglamento contra la deforestación, un expediente caliente para el que también ha reclamado una prórroga esta semana en una tribuna en Financial Times la Confederación Europea de Industrias de la Madera.
Otros, sin embargo, como los grandes productores de chocolate como Nestlé, Mars Wringley o Ferrero apoyan el reglamento, pero han pedido a la Comisión que ayude a las empresas a cumplir con los requisitos, confirmaron a EFE fuentes comunitarias.
Lea más: Reglamento 1115: Desde Mercosur piden que UE postergue su aplicación
La normativa también ha recibido el apoyo del gigante de la soja Archer Daniels Midland (ADM), que está implementando medidas para que sus proveedores cumplan con el reglamento.
Según la norma, los importadores de los citados productos y derivados deben demostrar con un sistema informático de geolocalización que estos no han generado deforestación o degradación de masas forestales en base a los datos del 31 de diciembre de 2020.
Ese plazo se aplica a las grandes empresas, mientras que las pequeñas gozan de seis meses adicionales, hasta junio de 2025, según el reglamento presentado por la Comisión Europea en noviembre de 2021 y aprobada por el Parlamento Europeo en abril de 2023.
Lea más: Gremios logran consenso para la trazabilidad de la exportación a la UE
Los bosques, que desempeñan un importante papel contra el cambio climático capturando CO2, albergan además el 86% de la biodiversidad terrestre mundial y proporcionan 86 millones de empleos en el mundo, según información del Consejo de la UE.
Según la organización ecologista WWF, la Unión Europea fue responsable del 16% de la deforestación mundial en 2017, superada sólo por China, con un 24%.