“Formulo el deseo de que la organización de estos Juegos sea para todo el pueblo de Francia una hermosa ocasión de concordia fraterna, que permita, más allá de las diferencias y las oposiciones, reforzar la unidad de la nación” , indicó el papa argentino en un mensaje dirigido al arzobispo de París, Laurent Ulrich.
La capital francesa acogerá del 26 de julio al 11 de agosto los Juegos Olímpicos, y luego los Paralímpicos del 28 de agosto al 8 de septiembre.
El país atraviesa una fase política turbulenta. La ultraderechista Agrupación Nacional (RN) fue la fuerza más votada en las elecciones europeas del 9 de junio, a lo que el presidente centrista Emmanuel Macron respondió disolviendo sorpresivamente la Cámara Baja y convocando elecciones legislativas anticipadas.
La segunda vuelta de los comicios, el 7 de julio, arrojó un Parlamento dividido en tres bloques: una coalición de izquierdas, que emergió como primera fuerza pero no logró la mayoría absoluta; el oficialismo aglutinado en torno a Macron, y la extrema derecha.
A falta de consenso político, Francia tendrá durante los Juegos un gobierno interino encabezado por el primer ministro dimisionario Gabriel Attal.