“El encuentro con el migrante, como con cada hermano y hermana necesitados, es también un encuentro con Cristo”, dijo el papa Francisco, en un discurso difundido este lunes por la Santa Sede.
Francisco apeló a "sentirse en camino junto" a los migrantes, que "huyen a menudo de situaciones de opresión y abusos, de inseguridad y discriminación, de falta de proyectos de desarrollo".
Según lamentó, "los emigrantes encuentran muchos obstáculos en su camino: son probados por la sed y el hambre; se agotan por el trabajo y la enfermedad; se ven tentados por la desesperación".
La solidaridad con migrantes y refugiados ha sido uno de los elementos centrales en los años de pontificado de Francisco.
También instó la semana pasada a rechazar los muros contra los migrantes y a "proteger sus derechos y dignidad", como parte de sus intenciones de oración para junio.
“Quisiera que este mes oremos por los que huyen de su país. Al drama que viven las personas forzadas a abandonar su tierra huyendo de guerras o de la pobreza se une muchas veces el sentimiento de desarraigo, de no saber a dónde se pertenece”, dijo el papa.
Aseguró que “en algunos países de llegada los migrantes son vistos con alarma, con miedo”, y “aparece entonces el fantasma de los muros: muros en la tierra que separan a las familias y muros en el corazón”, incompatibles con los valores cristianos, según Francisco.