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En 2021 México aprobó leyes que exigen cuotas mínimas de candidaturas LGBT a todos los partidos, cuyo número fija cada estado.
En un país conservador y de mayoría católica, el requisito apunta a dar representatividad a la diversidad sexual que ha sido tradicionalmente marginada de la política. Pero una ley promulgada con buenas intenciones se convirtió en un arma de doble filo.
“Socavan los esfuerzos por la inclusión y la representación genuina de nuestras poblaciones. Quienes usurpan estas candidaturas están abusando del sistema y tergiversan logros de nuestra comunidad”, se queja César Briseño, vocero del “Colectivo por la protección de todas las familias en Yucatán”.
Suplantar o usurpar la plaza de un homosexual no está “catalogado como delito electoral”, explica Víctor Serrato, fiscal de delitos electorales en Michoacán.
Falsos homosexuales
“Ha habido muchos casos (...), personas heterosexuales que han estado ocupando cargos en la comunidad (LGBT) que no les pertenecen, ocupando espacios que no son para ellos”, dice Yunuen Tena Calderón, una mujer trans de 30 años, cabellera ensortijada y traje amarillo en Morelia, capital del estado de Michoacán (oeste).
A su lado un pequeño grupo de activistas ondea la bandera arcoíris durante una manifestación contra la homofobia.
México celebrará el domingo los comicios más grandes de su historia, en el que serán elegidos presidente, congresistas, gobernadores y más de 20.000 funcionarios locales.
Entre los candidatos registrados bajo el estatuto “acciones afirmativas”, dirigido a poblaciones discriminadas o vulnerables, existen decenas de postulaciones impugnadas por supuesto fraude.
Solo en Michoacán han sido presentadas 26 objeciones.
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Impugnaciones
Pero sin cifras aún consolidadas, un responsable de la Defensoría electoral admitió que existe cerca de un centenar de impugnaciones a candidaturas LGBT en todo el país.
Hay falsos indígenas, discapacitados, homosexuales. Pero el caso de la comunidad LGBT es el más espinoso, pues la identidad de género es un “tema tan sensible y privado” que es difícil de cuestionar, explica el presidente consejero del Instituto Electoral de Michoacán, Ignacio Hurtado.
En el caso de la diversidad sexual rige el principio de “autoadscripción simple” , es decir, “basta con que yo me reconozca como parte de la diversidad” , añade Hurtado.
Pero luego “¿cómo le dices ‘no es cierto’? Es una línea muy delgada” , sostiene el funcionario.