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Los marinos habían zarpado el 31 de marzo desde el atolón de Polowat, en Micronesia, en una pequeña lancha de seis metros, con un motor fuera de borda, conocedores de las aguas del Pacífico en esa zona. Sin embargo, enfrentaron problemas en su embarcación que los dejaron varados en el atolón de Pikelot, ubicado a unas 100 millas náuticas al noroeste de Polowat.
La alarma sobre su desaparición se activó el 6 de abril, cuando un familiar contactó al Subcentro Conjunto de Rescate (JRSC) de Guam, informando que los tres hombres no habían regresado de su excursión al atolón de Pikelot. La operación de búsqueda y rescate, coordinada por el JRSC de Guam, enfrentó inicialmente dificultades para desplegar medios aéreos por diversas razones, incluida la falta de disponibilidad y las condiciones meteorológicas.
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Mensaje de socorro fue fundamental para encontrar a los marineros
El punto de inflexión en la operación se produjo cuando un avión P-8 Poseidon de la Marina estadounidense desplegado desde la Base de la Fuerza Aérea de Kadena, en Japón, logró identificar a los náufragos el 7 de abril.
La teniente Chelsea García de la Guardia Costera destacó el ingenio de los marinos para ser encontrados. La tripulación del avión suministró paquetes de supervivencia a los marinos, manteniéndolos hasta el arribo del guardacostas Oliver Henry, que finalmente realizó el rescate la mañana del 9 de abril.
Este incidente resalta la persistencia de situaciones de rescate similares en la región. En 2020, un SOS en la playa de Pikelot fue crucial para el rescate de otros tres marineros. Asimismo, en 2016, tres hombres fueron salvados después de escribir un gran “HELP” con hojas de palmeras en la isla de Fanadik, y una pareja fue rescatada en la isla desierta de East Fayu tras ser detectados por una aeronave que notó una señal de SOS en la arena.