“Un atacante suicida estrelló un vehículo cargado de explosivos contra un convoy de ingenieros chinos que se dirigía desde Islamabad a su campamento en Dasu”, informó a EFE el oficial de policía, Khursheed Khan.
Como consecuencia, “murieron cinco ciudadanos chinos y su conductor paquistaní”, agregó el funcionario.
El atentado se produjo alrededor de las 13:30 hora local (4:30 hora paraguaya) cerca de una comisaría en el distrito de Shangla, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
"La seguridad se ha reforzado en el área después del ataque", dijo Khan.
Ningún grupo armado ha reivindicado este ataque, que se produce en medio de un repunte de la violencia insurgente en Pakistán, especialmente en las provincias de Khyber Pakhtunkhwa y de Baluchistán (suroeste), ambas limítrofes con Afganistán.
La Embajada de China en Pakistán condenó en un comunicado el ataque, y exigió a Pakistán que realice "una investigación exhaustiva y castigue severamente a los responsables".
Además, pidió a Islamabad que tome medidas para proteger a los ciudadanos y empresas chinas en Pakistán, mientras llamó a los trabajadores chinos a extremar las medidas de seguridad.
El alza de la violencia en el país asiático coincidió con la llegada al poder de los talibanes en Afganistán en agosto de 2021, que según el Gobierno paquistaní reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP).
China cuenta con una gran presencia en territorio paquistaní debido al Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), un multimillonario proyecto de infraestructuras financiado por Pekín con una inversión de 60.000 millones de dólares, y sus ciudadanos son objetivos recurrentes de ataques insurgentes.
Un convoy que transportaba una veintena de ingenieros chinos en Baluchistán fue atacado el pasado agosto por insurgentes, aunque el incidente se saldó con la muerte de dos de los atacantes.
En abril de 2022, un atentado suicida en una universidad paquistaní provocó la muerte de cuatro personas, entre ellas tres profesores chinos.