Sánchez hizo una cerrada defensa del acuerdo UE-Mercosur en la inauguración del foro organizado con motivo de su visita a Brasil en el que participan más de 350 empresas y que contó con la presencia del ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, y el ministro de Puertos y Aeropuertos brasileño, Silvio Costa.
También estuvieron presentes, entre otros, el presidente de la patronal española CEOE, Antonio Garamendi, el de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, y altos cargos de diversos departamentos ministeriales de Brasil.
Ante todos ellos, Sánchez aseguró que Brasil "es un país amigo en lo humano, un aliado en lo político y un socio en lo económico", y destacó que esta nación está superando sus expectativas de crecimiento gracias a las políticas que ha puesto en marcha el Gobierno de Lula y a decisiones concretas como la nueva regla fiscal, la reforma de la tributación indirecta o los "ambiciosos" programas de desarrollo.
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Afirmó que Brasil es un destino muy atractivo para las inversiones que ofrece estabilidad regulatoria y seguridad jurídica, con inflación controlada, tipos de interés a la baja y un plan sólido para reducir el déficit público.
Por ello ve justificado que se haya multiplicado la inversión directa extranjera en Brasil y que España sea el segundo mayor inversor desde 2016, sólo por detrás de Estados Unidos.
Tras recordar que las empresas españolas tienen una presencia muy significativa en sectores estratégicos como el financiero, las telecomunicaciones, la energía o las infraestructuras, citó como ejemplo las obras de la línea 6 de metro de Sao Paulo que va a visitar en esta jornada y que está liderando la empresa española Acciona.
El presidente del Gobierno español resaltó que España y Brasil comparten muchos aspectos económicos como un crecimiento que ha superado todos los pronósticos y un liderazgo en la transición energética y la descarbonización que supone un atractivo crucial para la inversión internacional.
Esa colaboración entre los dos países en el ámbito de la transición ecológica, la economía verde y la protección del Amazonas considera que representa una oportunidad única.
"Por ello -apostilló-, nuestros gobiernos y nuestros tejidos empresariales deben unir fuerzas para impulsar proyectos en el ámbito de las energías renovables, las tecnologías limpias y el desarrollo sostenible".
Sánchez aprovechó para destacar que España posee los elementos estructurales que hacen que sea un país especialmente atractivo para el inversor brasileño y cuenta con mano de obra muy cualificada y competitiva.
En consecuencia, dijo que España es un destino fundamental para las empresas latinoamericanas y recordó que, de hecho, es su principal puerta de entrada a Europa, pero asumió que la apuesta española por profundizar en las relaciones económicas y comerciales con la región "seguirá siendo incompleta" hasta que no se ratifique el acuerdo entre la UE y Mercosur.
"América Latina y la Unión Europea son aliados naturales, y Brasil y España estamos llamados a impulsar esa alianza ante aquellos que dudan de ella", subrayó.
Tras agradecer a Brasil su "esfuerzo y liderazgo" para avanzar en las negociaciones de ese acuerdo, que garantizó que "siguen vivas", se mostró convencido de que ese pacto, además de reforzar los vínculos comerciales y de inversión, aportará igualmente claros beneficios sociales, laborales y medioambientales para ambas partes.
A la espera de ello, insistió en la necesidad de seguir trabajando juntos a partir de los compromisos logrados en la cumbre UE-CELAC celebrada en julio pasado en Bruselas durante la presidencia española del Consejo de la UE.
"El comercio no es un juego de suma cero. Es un instrumento que, articulado a través de reglas transparentes y justas, permite crear prosperidad compartida. Esa -precisó- es la clave que debe regir las relaciones entre dos regiones tan importantes como la Unión Europea y el Mercosur".
En su intervención previa a la de Sánchez el ministro de Economía español insistió en muchos de los argumentos expuestos por el presidente del Gobierno y destacó los avances de los dos países gracias a las reformas que han llevado a cabo.
Cuerpo destacó de entre todas ellas la reforma fiscal de Brasil y la reforma laboral en España, y ratificó que las empresas españolas están en el país latinoamericano con vocación de permanencia.