Los hutíes “no atacan a ningún barco hasta después de advertirles que no crucen, y hay quienes obedecen y se retiran y quienes se niegan y son atacados, y consideramos a Estados Unidos responsable de todo lo que ocurre en el mar Rojo”, aseguró el responsable en su cuenta oficial de X, y añadió que el país norteamericano “se decantó por la escalada y la expansión del conflicto”.
Anoche, el Pentágono elevó a tres las víctimas mortales del ataque de este miércoles de los hutíes contra un barco de bandera de Barbados y de propiedad liberiana en el golfo de Adén, el acceso al mar Rojo.
El Gobierno filipino confirmó este jueves que dos de sus nacionales están entre los fallecidos, mientras que otros dos se encuentran en estado grave.
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"Hemos subrayado repetidamente que los barcos israelíes o los que se dirigen a los puertos de la Palestina ocupada son blanco de ataques con el fin de presionar a la entidad enemiga para que ponga fin a su agresión y al bloqueo de Gaza", dijo Abdelsalam.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, reivindicó la autoría de la acción y aseguró que se produjo “después de que la tripulación del buque rechazara los mensajes de advertencia” de las fuerzas navales de los insurgentes y añadió que este ataque se realizó “en apoyo al pueblo palestino oprimido y en respuesta a la ofensiva de EE.UU. y Reino Unido” contra el Yemen, dado que ambos encabezan una coalición naval en el mar Rojo.
Se trata de uno de los ataques más graves de los hutíes contra un buque en esta vía marítima al ser las primeras víctimas civiles en su ofensiva contra barcos comerciales, después de que el mes pasado los rebeldes atacaran el buque británico "Rubymar", que se convirtió en la primera embarcación en hundirse por acciones de los insurgentes.
Los hutíes comenzaron estas operaciones contra la navegación comercial el pasado 19 de noviembre, en respuesta a la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza, pero se han intensificado en las últimas semanas tras ser clasificados por Washington como grupo terrorista.