“Los agricultores nunca se han rendido. Todos han dicho: estamos dispuestos a volver si el trabajo realizado no está a la altura de las expectativas, que son muy altas” , dijo Arnaud Rousseau, líder de la FNSEA, en la cadena TF1.
“Queremos ver qué cambia en nuestras granjas”, reiteró Rousseau, que fijó la apertura del Salón de Agricultura de París —cita anual del sector— el próximo 24 de febrero como plazo, antes de “pasar de nuevo a la acción”.
Para desactivar las protestas agrarias, que bloquearon durante días varias autopistas del país, el gobierno del presidente Emmanuel Macron realizó tres series de anuncios por al menos 430 millones de dólares.
Entre estos figura un mayor control del origen de los productos, ayudas al sector ganadero y la suspensión temporal de un plan para reducir el uso de pesticidas, así como la negativa a firmar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el bloque sudamericano del Mercosur.
Para reafirmar su compromiso, el primer ministro, Gabriel Attal, convocó a la FNSEA y a sus aliados de Jóvenes Agricultores hoy. Macron se reunirá el miércoles con la Coordinación Rural y la Confederación Campesina.
Las protestas se extendieron también a otros países de la UE. La Comisión Europea adoptó hoy en respuesta una derogación para 2024 de la obligación de dejar tierras en barbecho, prevista en la Política Agrícola Común (PAC).