Al mismo tiempo, emitió un comunicado en el que aseguró que de momento observa atentamente la audiencia que arrancó este jueves en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), principal órgano judicial de Naciones Unidas, donde se estudian las medidas provisionales solicitadas por Sudáfrica, en el marco de la demanda presentada contra Israel por presuntas infracciones a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
"El Gobierno de Chile sigue con alto interés el presente caso y valora, en particular, la solicitud formulada a la CIJ para que Israel suspenda inmediatamente sus operaciones militares en y contra Gaza", afirmó la Cancillería.
"Luego de la decisión que se adopte respecto de las medidas provisionales, la CIJ fijará el cronograma para conocer el fondo de la demanda sudafricana, incluyendo la apertura de un plazo para recibir declaraciones escritas de terceros Estados. Chile se encuentra analizando los pasos a seguir, los que serán informados en su debida oportunidad", agregó.
La demanda contra Israel, cuyo gobierno calificó la petición como "atroz y absurda", se centra en la presunta violación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada en 1948 y en vigor en 152 países.
En esta misma línea, fuentes de la Cancillería precisaron que los servicios jurídicos y diplomáticos ya preparan los documentos necesarios para la citada remisión al CPI, anunciada días atrás por la embajadora de Chile ante la ONU, Paula Narváez, en una intervención en la que aseguró que su país "no permanecerá indiferente frente a la actual situación y al dolor del pueblo palestino”.
“Por tal razón, Chile presentará prontamente la remisión de la situación en Palestina, a la fiscalía de la Corte Penal Internacional, para solicitar se investiguen los crímenes internacionales que se cometen en los territorios palestinos ocupados".
Críticas de la comunidad judía
La Comunidad Judía en Chile, por su parte, también, criticó con dureza la decisión del Ejecutivo chileno de respaldar las acciones contra su país por la guerra en Gaza: "El perjuicio que se está causando al largo camino de la política exterior chilena, es evidente y alarmante”, señaló el grupo en una contundente declaración pública.
Sudáfrica inició este procedimiento el pasado 29 de diciembre con una acusación contra Israel de participar "en actos genocidas contra el pueblo palestino en Gaza”.
El Gobierno de Chile se suma a otros países como Colombia, Brasil, Jordania, Irán, Turquía, Bolivia o la Organización para la Cooperación Islámica en el apoyo a Sudáfrica en la denuncia, que también ha encontrado detractores como Estados Unidos, Guatemala o Paraguay.
Desde que estalló la guerra hace más de tres meses, el presidente chileno, Gabriel Boric, reconocido defensor de la causa palestina, ha rechazado en distintas oportunidades la ofensiva israelí con mensajes en redes sociales y referencias en sus discursos.
En noviembre, tras uno de los ataques más duros por parte del Ejército israelí, el jefe de Estado tensionó la diplomacia con Israel y llamó a consultas al embajador chileno en Tel Aviv, José Carvajal, que hasta ahora cumple sus labores desde Santiago.
Con cerca de 500.000 personas, Chile es un gran refugio de la comunidad palestina fuera del mundo árabe, una migración que se inició a finales del siglo XIX, cuando centenares de palestinos escaparon primero de la dominación otomana, y que se incrementó en el siglo XX con la ocupación israelí.
El país sudamericano reconoció a Palestina como un Estado "libre, independiente y soberano" en 2011, durante el primer Gobierno del conservador Sebastián Piñera (2010-2014).
La ofensiva sobre Gaza, que comenzó después del ataque del grupo islamista Hamás a Israel el 7 de octubre que dejó más de 1.200 muertos, ha dejado devastado el enclave, con más de 23.300 palestinos muertos, más de 60.000 heridos, y 1,9 millones de desplazados en un territorio habitado por 2,3 millones de personas.