“Tras la ejecución de cuatro hombres en Nochevieja, las autoridades de Arabia Saudí han ejecutado al menos a 172 personas a lo largo de 2023″, indicó la ONG, cuya sede está en el Reino Unido, y afirmó que esto es “una burla total a sus promesas de limitar el uso de la pena de muerte”.
ALQST proporciona esta estadística basada en informes judiciales y en publicaciones en medios estatales, aunque todavía tienen que elaborar el informe completo, que también suele hacer anualmente Amnistía Internacional (AI).
En 2022, Arabia Saudí ejecutó a un total de 196 condenados a muerte, 81 de los cuales en un solo día, la cifra más alta de aplicación de la pena capital en el país de los últimos 30 años, según AI.
Ya en septiembre de 2023, Amnistía contabilizó que la monarquía árabe estaba ejecutando a una media de cuatro personas por semana, algunas de los cuales tras ser sentenciados por posesión o tráfico de estupefacientes a pesar de que “la pena de muerte está prohibida por el Derecho Internacional para delitos relacionados con las drogas”.
Varias organizaciones de derechos humanos denuncian que la tasa de ejecuciones en el país árabe se ha casi duplicado desde la llegada al poder del príncipe heredero Mohamed bin Salmán hace siete años, durante los cuales se ha aplicado la pena de muerte a más de mil personas.