“Invito al empresariado a discutir la posibilidad de reformar la reforma tributaria, creo que es el momento de ver sus impactos (...) y verla de cara a la producción. La reforma ha sido radicalmente transformada por decisiones judiciales (...) pero de cara a elevar la actividad productiva del país necesita un reexamen”, expresó el mandatario en una conferencia de prensa.
Petro le propone a los empresarios y a los trabajadores fortalecer las compañías, lo que implica, "sin desfinanciar el estado y sin pensar en mayores tributos, bajar la tasa de renta corporativa, es decir la que pagan las empresas, y subir la renta de personas naturales en sus grados más altos".
La idea del presidente es que las empresas "se liberen" para competir y ser más productivas.
La reforma que Petro pretende modificar fue aprobada por el Congreso en noviembre del año pasado con una disminución de su alcance respecto al proyecto del Gobierno, que esperaba recaudar 25 billones de pesos (unos 6.441 millones de dólares al cambio de hoy).
El dinero obtenido se destinará principalmente, según manifestó entonces Petro, al gasto social, con prioridad en la lucha contra el hambre y la pobreza, la educación, la salud, la protección del medio ambiente, la transición energética, el desarrollo productivo y la economía popular, así como la sostenibilidad de las finanzas públicas.
En las discusiones el Gobierno perdió el pulso en varios asuntos, entre ellos su intención de gravar las pensiones altas, pero logró que se aprobara su propuesta de imponer una sobretasa en el impuesto de renta a las empresas petroleras y carboníferas del 10 % en el primer año, y un impuesto al patrimonio progresivo por cuatro años para rentas altas.