“Israel apuntó directamente contra su domicilio, hubo un impacto directo sobre su casa”, denuncia a EFE Mohamed Bargouti, director de noticias de Palestine TV en la sede de Ramala, capital de facto palestina en Cisjordania donde el canal tiene su centro principal.
Según agregó, "no hay regla que proteja" a los reporteros de Gaza, donde han muerto 33 periodistas en poco más de un mes de ofensiva israelí, que se salda ya con más de 10.300 muertos en el enclave.
Desde que empezó la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás el 7 de octubre, cuatro empleados de este canal con mil personas en plantilla -600 en Cisjordania y 400 en Gaza- murieron en el enclave.
Uno trabajaba como conductor y otros dos en administración, pero la muerte que más impactó fue la de Abu Hatab, cara familiar para los palestinos que se informaban día a día sobre la actualidad de Gaza.
"No hay nada de protección internacional, estos chalecos y cascos son solo eslóganes que vestimos y no protegen a ningún periodista", decía emocionado el pasado jueves Salman al Bashir, colega de Abu Hatab, tras enterarse de su muerte en directo por Palestine TV.
"Aquí somos víctimas, perdiendo la vida uno tras otro sin ningún coste, estamos esperando nuestro turno", denunciaba ante la cámara en el hospital Naser del sur de Gaza, donde Abu Hatab había estado informando hacía apenas media hora.
Tras ello, se fue a su casa en la ciudad de Jan Yunis, donde murió por un bombardeo que mató también a 10 miembros de su familia, entre ellos sus seis hijos, esposa y hermano, un ataque que, según Bargouti, muestra como los reporteros del enclave "son objetivos para Israel".
A consultas de EFE, el Ejército israelí no dio una respuesta a esta acusación y aseguró "estar investigando" lo sucedido.
Entre cámaras, platós y salas de redacción, montaje o sonido en Ramala, los reporteros de Palestine TV -financiada por la Autoridad Nacional Palestina- están familiarizados con la violencia tras años de conflicto palestino-israelí. Sienten que estas décadas han pagado un precio alto por ello, pero la guerra de Gaza les pone al límite.
"Hace 20 años Israel hizo explotar las sedes de Palestine TV en Gaza y Ramala, y 20 de nuestros compañeros murieron desde entonces", dice Bargouti, que critica la coerción de Israel al canal, al que ya no permite tampoco trabajar abiertamente en Jerusalén Este ocupado.
Ahora, la situación es extrema para sus 400 empleados de la Franja. "Recibimos amenazas de Israel, que ordenó evacuar la sede de la televisión palestina en la ciudad de Gaza", agrega Bargouti, que denuncia a su vez que fueron destrozadas las casas de más de 10 empleados.
Muchos trabajadores del canal también se vieron desplazados al sur, "pero ahí siguen trabajando todo el tiempo", pese a que muchos se refugian hacinados en escuelas, mezquitas, hospitales o iglesias.
"Quieren contar lo que sucede en Gaza al mundo, no trabajan por su salario", asegura el director de noticias.
Con todo, los periodistas muertos en este conflicto ya son 38 en toda la región. Más allá de los 33 de Gaza, otros cuatro murieron en Israel y uno en Líbano, lo que ha llevado a que este mes sea "el más mortífero para los reporteros desde 1992", según los datos que toma desde entonces el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ).
Sin embargo, en Gaza es donde pagan más por ello. Tras la muerte de Abu Hatab, otros dos reporteros conocidos en la red de medios de Gaza fallecieron de forma similar.
Mohamed Al Jaja, periodista en la Casa de Prensa Palestina -órgano clave para la promoción del periodismo local en Gaza-, murió tras un ataque aéreo a su casa con su mujer y sus dos hijas.
Este martes, Mohamed Abu Hasira, empleado de la agencia oficial palestina de noticias Wafa, falleció en un bombardeo en su edificio que acabó con la vida de otros 42 miembros de su familia, otra prueba de que los periodistas están en la misma situación que los civiles en Gaza, donde nadie es inmune a los constantes ataques.