Con los datos agregados publicados este martes, la inflación interanual en el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) bajó dos décimas en septiembre al 6,2 %, y esa fue la tendencia que se constató en 27 de sus miembros.
Sin embargo, en España creció nueve décimas hasta el 3,5 %, y la explicación es que el ritmo de descenso interanual de caída de los precios de la energía pasó del 21,5 % en agosto al 14 % en septiembre.
Ese descenso de la energía en España seguía siendo mucho más intenso que en toda la OCDE (-1,3 % en agosto, -0,5 % en septiembre) y es lo que justifica en gran medida que la inflación final española fuera también más moderada.
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La inflación alimentaria, por su parte, se mantuvo en España por encima de la media, con un 10,5 % en septiembre (10,5 % también en agosto) cuando en el conjunto de la OCDE era del 8,1 % (8,8 % en agosto).
España, uno de los países de la OCDE superada por Turquía
Y en cuanto a la inflación subyacente, mientras en España disminuyó cuatro décimas en septiembre al 4,4 %, en la OCDE se recortó en dos décimas al 6,6 %.
Como España, hubo otros siete países en que también creció la inflación en septiembre, entre ellos Costa Rica, que fue el único de la organización con una tasa negativa (-2,2 % en septiembre, tras -3,3 % en agosto).
El país con mayor inflación de este “club” de desarrollados, y con mucha diferencia, fue Turquía, con un 61,5 % en septiembre, después de haber subido 2,6 puntos con respecto al mes precedente.
En la zona euro, siguiendo la tendencia general se recortó en nueve décimas al 4,3 % en septiembre, mientras en Estados Unidos se quedó sin cambios en el 3,7 %.