“El criterio no va a ser ese; voy a escoger a una persona que pueda atender el interés y la expectativa de Brasil”, declaró en una rueda de prensa Lula, quien evitó aclarar cuándo anunciará el nombre para la vacante que se abrirá a principios de octubre con la jubilación de la actual presidenta del tribunal, Rosa Weber.
El mandatario destacó, además, que elegirá a alguien que “tenga respeto, pero no miedo” de la prensa y que vote “adecuadamente” sin estar pendiente de lo que dicen los medios de comunicación.
Después de que Lula nombrara en junio a su abogado personal Cristiano Zanin para otra vacante, una coalición de organizaciones de derechos humanos y asociaciones de juristas lanzó una campaña que ha recibido miles de firmas y el apoyo de la ministra de Igualdad Racial, para proponer que el mandatario nombre a una mujer negra.
En 132 años desde la instauración de la república, el Supremo Tribunal ha tenido solo a tres hombres negros y tres mujeres blancas, pero a ninguna mujer negra, si bien el 56 % de la población brasileña se considera afrodescendiente.
En su primer mandato como presidente (2003-2006), Lula nombró a Joaquim Barbosa, el tercer y último hombre negro en llegar al tribunal y que se jubiló en 2014.
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