“Estamos viendo que las relaciones entre Rusia y Corea del Norte se están tornando más estrechas. Los reportes acerca de la posible cooperación militar entre los dos países es preocupante”, dijo hoy en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap el primer ministro surcoreano, Han Duck-soo, durante un foro celebrado en Krynica (Polonia).
Han añadió que el desarrollo de misiles de Corea del Norte supone una amenaza no solo para Asia oriental sino también para Europa, puesto que sus proyectiles tienen capacidad para alcanzar todo ese continente.
"Necesitamos conocer mejor los resultados detallados de la cumbre Kim-Putin, pero estamos profundamente preocupados por la cooperación militar y las transacciones de armas entre las dos naciones", dijo por su parte en rueda de prensa Kim Yung-ho, ministro surcoreano de Unificación, la cartera encargada de las relaciones con el Norte.
"Una vez más pedimos a Corea del Norte y a Rusia que abandonen los actos ilegales y temerarios, que solo agudizan su propio aislamiento, y que respeten las normas internacionales, incluidas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", añadió.
La semana pasada, en vista de la cumbre entre Kim y Putin, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ya instó a Rusia a comportarse de manera "responsable", en especial por su condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, que ha consensuado los nueve paquetes de sanciones que pesan sobre Pionyang por sus lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y pruebas nucleares.
Kim y Putin celebraron ayer una cumbre en el cosmódromo de Vostochni, en la región siberiana de Amur, y, aunque los detalles no se han hecho públicos, tras el encuentro el presidente ruso aseguró que hay espacio para la cooperación militar y espacial.
Según adelantaron la semana pasada medios como The New York Times, citando fuentes de inteligencia de EE.UU., Kim estaría dispuesto a apoyar la guerra de Moscú en Ucrania con "millones" de misiles antitanque y munición para artillería, mientras que Pionyang recibiría a cambio, además de ayuda alimentaria, tecnología satelital o de submarinos de propulsión nuclear.
Kim permanece hoy en Rusia, donde tiene previsto visitar una fábrica de aviones en la ciudad rusa de Komsomolsk del Amur donde se fabrican varios cazas de combate rusos e instalaciones militares en Vladivostok.