Las muestras de pescado fueron capturadas el viernes a cinco kilómetros de la boca de vertido de la central de Fukushima Daiichi, según ha informado la Agencia de Pesca en su pagina web.
La Agencia planea continuar capturando peces a diario en la zona para analizarlos y publicar los resultados al menos durante el próximo mes.
El Ministerio de Medio Ambiente nipón también ha recogido muestras de agua marina en un radio de unos 50 kilómetros en torno a la planta y se espera que anuncie los primeros resultados este domingo.
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Este jueves la operadora de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), comenzó a verter al Pacífico agua contaminada previamente tratada y diluida con agua marina, un proceso que busca aliviar la situación en la central y que puede durar en torno a tres décadas.
El Ejecutivo nipón decidió en 2021 recurrir a la descarga controlada al mar como vía para deshacerse del líquido contaminado que se acumula en las instalaciones nucleares, donde se agota el espacio para los grandes tanques que lo almacenan, y se considera un paso fundamental para el desmantelamiento de la planta.
El agua contaminada es tratada con el sistema ALPS, capaz de retirar por completo 62 tipos de materiales radiactivos, a excepción del tritio y del carbono-14.
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El proceso del vertido será supervisado por las autoridades niponas y por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para garantizar que se ajusta a los estándares de seguridad internacionales.
Se han registrado protestas en países de la región como Corea del Sur o en China, donde las autoridades han acusado al Gobierno de Tokio de atentar contra el medio ambiente y han prohibido las importaciones de pescado procedentes de Japón.