“La impresión era de que iba a acabar mal, porque (el Kremlin) no lo perdona”, comentó al digital Meduza una fuente próxima a la Presidencia rusa.
La fuente se refería así a la fallida rebelión de Wagner contra el Kremlin el pasado mes de junio, cuando Putin advirtió de que los "traidores" que organizaron el motín "responderán por ello".
Riguroso silencio del Kremlin
Mientras, las autoridades rusas guardan un hermético silencio sobre el siniestro del avión de Prigozhin.
Hasta el momento, el único funcionario de alto nivel en comentar el suceso ha sido el líder del partido oficialista Rusia Justa y expresidente del Senado, Serguéi Mirónov.
"Prigozhin estorbaba a muchos en Rusia, en Ucrania y en Occidente", escribió en Telegram.
Según el político, "en cierto momento, el número de los enemigos alcanzó su punto álgido".
"Así que en el caso de Prigozhin no se trata de que la víctima se encontó casualmente con la muerte, sino que fueron unos canallas concretos", aseveró.
Mirónov avisó a estas personas que "estén donde estén, el castigo será inevitable".
¿Qué pasó con el avión?
Según una de las versiones preliminares, la aeronave, que se precipitó a tierra desde una altura de 8,5 kilómetros, sufrió un atentado con bomba, que estaría escondida en el compartimento del tren de aterrizaje del aparato.
Mientras, otra versión apunta a un misil de las defensas antiaéreas como la posible causa de la repentina caída del jet privado de Prigozhin en el que viajaban un total de 10 personas, incluido el "número dos" de Wagner, Dmitri Utkin.
También se barajan un error técnico o un fallo humano.
En cuanto a la posible implicación de Kiev en el suceso, insinuada por algunos analistas rusos, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, lo negó hoy rotundamente y aseguró que Kiev "no tuvo nada que ver" con el siniestro.
"Todos entendemos quién está detrás", dijo.
Las autoridades rusas informaron de la apertura de un caso penal para esclarecer el siniestro.
Mientras, algunos familiares de los wagneritas señalaron en declaraciones al portal Fontanka que no se creen la muerte de Prigozhin, cuyo cuerpo aún no ha sido identificado.
"Podría ser su doble", dijo una familiar de un combatiente de Wagner, mientras algunos periodistas de investigación también pidieron no precipitarse con conclusiones sobre el fallecimiento de Prigozhin.
Flores para despedir a Prigozhin
En tanto, decenas de rusos se acercaron hoy a los centros de Wagner en San Petersburgo y Rostov del Don, ciudad tomada por los mercenarios durante su sublevación armada, para depositar flores en memoria del jefe de esa compañía militar privada.
Los simpatizantes de Wagner también encienden velas y las colocan en una especie de memoriales improvisados en honor a Prigozhin, que tenía 62 años.
Según imágenes publicadas en redes sociales, un wagnerita se echó a llorar tras colocar una ofrenda floral en la ciudad siberiana de Novosibirsk, donde el grupo de mercenarios abrió una oficina en marzo pasado.
“El mejor en el infierno”
El propio Prigozhin, que estaba siendo tratado de un cáncer de estomago, según la prensa occidental, habló en varias ocasiones sobre su posible muerte.
"En los últimos diez años he pasado un centenar de veces por momentos cuando me tenían que matar, pero eso no ocurrió. Me tomo la vida con filosofía", dijo el jefe de Wagner en una entrevista concedida en mayo pasado.
Un mes antes de la rebelión armada del 23-24 de junio, Prigozhin aseguró que no temía por su vida.
"En lo que respecta a las amenazas a la vida y la libertad, hay que hacer lo que hay que hacer y que pase lo que tenga que pasar", dijo.
En otro vídeo reciente, preguntado sobre la muerte, el jefe de Wagner respondió: “Todos iremos al infierno, pero ahí seremos los mejores”.