“El alma de Europa es la tolerancia y los europeos hemos tardado en darnos cuenta de ello y en ponerlo en práctica (...) pero esa tolerancia está puesta a prueba constantemente por parte de los extremismos de derecha o izquierda o por la violencia en nombre de la religión”, declaró Angela Merkel, ante un auditorio de jóvenes que le tributó una gran ovación.
En una ceremonia presidida por la exministra de Exteriores de España Arancha González Laya, actual decana de Sciences Po, Merkel pronunció un discurso en alemán en el que puso el acento en la construcción europea y en la cooperación franco-germana y en el que evitó abordar temas candentes de la actualidad.
La excanciller alemana reconoció que en el pasado hubo desacuerdos con Francia acerca de cómo afrontar las crisis en Europa (como la de las deudas soberanas que incluyó severos planes de austeridad en el sur del continente), pero resaltó que al final se llegó a un entendimiento por el bien de la UE.
Merkel recordó que trabajó con cuatro presidentes franceses con “diferentes” visiones políticas: Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy, François Hollande y Emmanuel Macron.
A este último, la excanciller citó en varias ocasiones y recordó el discurso pro-europeo que pronunció en septiembre de 2017 precisamente en Sciences Po.
Para Merkel, una de las claves de su forma de hacer política es el compromiso. “Para llegar él, a veces se trata de hacer concesiones y esas concesiones no hay que verlas como una derrota”.