Beatriz Flamini, la deportista de élite que pasó 500 días en una cueva y batió el récord mundial

MOTRIL. La deportista española de élite, alpinista y escaladora, Beatriz Flamini abandonó este viernes la cueva en la que permaneció sola durante 500 días a 70 metros de profundidad, sin poder averiguar el paso del tiempo, un desafío que definió como “excelente e insuperable”.

La deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini (d) es recibida a su salida de la cueva de Motril, Granada), este viernes, tras permanecer en su interior sola durante 500 días a 70 metros de profundidad, cumpliendo así el reto que se propuso cuando decidió vivir este desafío personal, que ha definido como "excelente e insuperable".
La deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini (d) es recibida a su salida de la cueva de Motril, Granada), este viernes, tras permanecer en su interior sola durante 500 días a 70 metros de profundidad, cumpliendo así el reto que se propuso cuando decidió vivir este desafío personal, que ha definido como "excelente e insuperable".Alba Feixas

A veces aturdida y siempre sonriente, Beatriz Flamini compareció, sin gafas de sol, ante la prensa poco después para relatar este desafío, ya convertido en récord mundial, que le ha regalado momentos “difíciles y muy bonitos” durante más de dieciséis meses, en los que nunca encontró la forma de averiguar el transcurso de los días.

La deportista reconoció que durante el tiempo que estuvo bajo tierra vivió momentos complicados como una invasión de moscas o alucinaciones auditivas, pero que el “truco” para afrontar situaciones extremas está en centrarse “en el aquí y en el ahora”.

La deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini (c), posa junto a David Reyes (d), el espeleólogo coordinador de la asistencia que le ha cuidado en la sombra, durante la rueda de prensa que ha dado tras salir de la cueva de Motril, este viernes, tras permanecer sola durante 500 días a 70 metros de profundidad.
La deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini (c), posa junto a David Reyes (d), el espeleólogo coordinador de la asistencia que le ha cuidado en la sombra, durante la rueda de prensa que ha dado tras salir de la cueva de Motril, este viernes, tras permanecer sola durante 500 días a 70 metros de profundidad.

Flamini no quería salir de la cueva

Sin conocer aún lo ocurrido en el mundo durante este tiempo -”estoy anclada en el 21 de noviembre de 2021″, fecha en la que entró- dijo, esta deportista de élite aseguró que nunca pensó en abandonar, “de hecho, no quería salir”.

Flamini reconoció que conocía antes de entrar los riesgos, especialmente psicológicos, a los que se enfrentaba, pero nada de lo que dejaron escrito los psicólogos le ha ocurrido a ella, salvo "alucinaciones auditivas porque estás en silencio y el cerebro se las inventa".

Sí necesitó que le repitieran en alguna ocasión las preguntas de los periodistas por la pérdida de memoria a corto plazo que crean estas situaciones, que le servirán como entrenamiento de fortaleza mental para otros proyectos que tiene en mente.

La deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini da una rueda de prensa tras salir de la cueva de Motril, este viernes, tras permanecer sola durante 500 días a 70 metros de profundidad.
La deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini da una rueda de prensa tras salir de la cueva de Motril, este viernes, tras permanecer sola durante 500 días a 70 metros de profundidad.

La deportista, que entró en una cueva de la localidad granadina de Motril (sur) con 48 años, salió con los 50 cumplidos, contó durante todo este tiempo con el apoyo del espeleólogo Francisco Hoyos, coordinador de la asistencia que le ha cuidado en la sombra.

A primera hora de hoy bajaron a la cueva dos espeleólogos y una psicóloga para dar cobertura a la deportista en su salida al exterior, que se prolongó unos 40 minutos.

A la salida agradeció la profesionalidad del grupo de psicólogos, espeleólogos y entrenadores físicos involucrados en el proyecto porque sin ellos no hubiera sido posible, dijo.

Captura de video facilitado por el Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril que muestra a la deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini instantes antes de salir de la cueva, donde permaneció sola durante 500 días a 70 metros de profundidad, este viernes en Motril.
Captura de video facilitado por el Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril que muestra a la deportista de élite, alpinista y escaladora Beatriz Flamini instantes antes de salir de la cueva, donde permaneció sola durante 500 días a 70 metros de profundidad, este viernes en Motril.

Durante todo este tiempo, ella fue dejando tarjetas de video que grababa en una zona de la cueva programada con los espeleólogos, donde también se producía la entrega de alimentos y retirada de basura, sin comunicación alguna.

Esta vivencia forma parte del proyecto “Timecave”, que se inició hace dos años, cuando esta apasionada de expediciones en solitario por las cimas más altas del mundo y experta en autosuficiencia contactó con la productora Dokumalia para plantearle el reto de permanecer sola y sin contacto exterior en una cueva durante 500 días.

Captura de video en la que se puede ver a Beatriz Flamini, deportista de élite, alpinista y escaladora, que está a punto de cumplir el reto de permanecer quinientos días dentro de una cueva, en soledad, sin referencias de tiempo y sin contacto con el exterior, y que también supondrá un récord mundial de permanencia bajo tierra en estas condiciones extremas.
Captura de video en la que se puede ver a Beatriz Flamini, deportista de élite, alpinista y escaladora, que está a punto de cumplir el reto de permanecer quinientos días dentro de una cueva, en soledad, sin referencias de tiempo y sin contacto con el exterior, y que también supondrá un récord mundial de permanencia bajo tierra en estas condiciones extremas.

La productora registró su vida cotidiana a 70 metros bajo tierra, que grupos de investigación de las universidades de Granada y Almería han seguido de cerca para estudiar cómo afecta el aislamiento social y la desorientación temporal extrema a la percepción del tiempo.

Además de los cambios neuropsicológicos que ha conllevado este tremendo desafío ante la soledad, la ausencia de luz natural y el aislamiento cognitivo y social.

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