La máxima instancia judicial determinará si Google es responsable de los contenidos que difunde. El Supremo estadounidense estudia la demanda en base a la sección 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones. Esta normativa entró en vigencia en 1996 cuando internet comenzaba a expandirse.
La sección 230 señala que las tecnológicas gozan de inmunidad legal por el contenido que publican porque no son un “editor” de contenido.
El caso está vinculado a los atentados de noviembre de 2015 en París y se deriva de una denuncia contra Google presentada por familiares de Nohemi González, una de las 130 víctimas de estos ataques.
Esta estadounidense que estudiaba en Francia murió en la cafetería la Belle Equipe a manos de un comando del grupo Estado Islámico (EI) .
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Sus padres acusan a YouTube, filial del gigante californiano, de haber recomendado vídeos del grupo yihadista a algunos de sus usuarios.
Según ellos, “al recomendar videos del EI a sus usuarios, Google ha ayudado al EI a difundir su mensaje y, por lo tanto, le ha brindado apoyo material”.