El titular de la Hacienda brasileña, Fernando Haddad lo definió como un instrumento que se empleará entre ambos países, fortalecerá el comercio exterior y no será exclusivo de un país, ya que permitirá un intercambio regional entre cualquier nación.
Por su lado, el ministro de Finanzas de Argentina, Sergio Massa insistió en que esta “moneda” evitará quedar atados a los ‘shocks’ externos que sí poseen el dólar o el euro en función de los problemas económicos que arrastren, como la pandemia o la guerra en Ucrania.
Lea más: Asimetrías económicas dificultarán moneda única en la región, dice BCP
Posición de los presidentes
“Creo que todo lo que es nuevo ha de ser probado, porque no podemos, en medio del siglo XXI, seguir haciendo lo mismo que hacíamos en el siglo XX”, dijo Lula, quien pidió a los ministros de la región que “tengan la inteligencia, competencia y sensatez necesarias” para que los países den “un salto de calidad” en las relaciones comerciales y financieras.
Durante su intervención, el líder brasileño se preguntó por qué no intentar crear una moneda común entre los países del Mercado Común del Sur (Mercosur, formado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) “como se intentó” en los BRICS (el heterogeneo bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
También el mandatrio argentino, Alberto Fernández, ve con buenos ojos este proyecto, también apoyado a la distancia por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien finalmente no asistirá a la cumbre de mañana.
“No sabemos cómo podría funcionar una moneda común entre Argentina y Brasil, y tampoco sabemos cómo funcionaría una moneda común en la región, pero lo que sí sabemos es cómo funcionan las economías dependiendo de monedas extranjeras, y sí sabemos lo nocivo de todo eso”, aseveró Fernández.