El Instituto Nacional de Estadística de Francia (Insee) publicó este martes los datos demográficos de 2022, año en el que la población francesa se situó oficialmente en 68,04 millones de habitantes, apenas un 0,3 % más que en 2021.
El segundo país más poblado de la UE -representa el 15 % de los habitantes del bloque comunitario, solo por detrás del 19 % de Alemania- sigue creciendo, pero a menor ritmo, pues en 2021 el aumento de población había sido del 0,4 % respecto a 2020.
Según alertaron los responsables demográficos del INSEE en una conferencia de prensa, Francia afronta varios desafíos en el corto plazo.
La responsable de la unidad de estudios demográficos, Sylvie Le Minez, resaltó el elevado número de muertes en 2022 (667.000) y la tendencia a la baja de la tasa de natalidad registrada desde hace al menos una década.
"Se calcula que hubo 46.000 defunciones más de las esperadas en 2022 atribuidas a la pandemia de covid y a los episodios de calor", refirió.
Este excedente de fallecimientos ha trastocado incluso la esperanza de vida en Francia. En comparación con 2019 (pre-covid) ha caído en 0,4 años tanto para las mujeres (85,2 en 2022) como para los hombres (79,3 en 2022).
Respecto al número de nacimientos, que con 723.000 fue el más bajo desde 1946 (un año después de terminar la Segunda Guerra Mundial) y 19.000 menos que en 2021, hay varios factores en juego.
Las mujeres, por diferentes razones, están postergando la maternidad (31 años de media para el primer hijo), lo que ha influido en que índice de fecundidad se sitúe en 2022 en 1,8 hijos por mujer. Este índice era, por ejemplo, de 2 en 2015 y de 3 en 1946.
Este censo apunta a que el 0,3 % de aumento de población se apoya sobre todo en el saldo migratorio (diferencia entre los que entran y se van de un país), que fue positivo en 161.000 en 2022.
El saldo natural, que resulta de la diferencia entre nacimientos y muertes, fue positivo pero se situó solo en 56.000.