“Estoy a favor de las protestas, pero cualquiera que bloquee carreteras y se desmadre debe ser arrestado”, dijo ayer en el Parlamento Ben Gvir durante una reunión de su partido, Poder Judío.
Esta fuerza es parte del Gobierno de Benjamín Netanyahu que asumió el poder a fines de 2022 -el más derechista de la historia del país- y obtuvo el control extendido de los cuerpos policiales, ámbito clave en la agenda de Ben Gvir. El ultraderechista quiere que las fuerzas de seguridad actúen con más mano dura ante protestas o disturbios, especialmente ante choques con palestinos en territorio ocupado.
También ha reaccionado a la manifestación que el sábado congregó a miles de personas en Tel Aviv, donde se protestó contra el polémico plan de reforma judicial del Gobierno, que daría poder a la mayoría parlamentaria para tumbar fallos del Tribunal Supremo y erosionaría la independencia de la Justicia.
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Según la prensa, tras la protesta, Ben Gvir criticó a la Policía por no detener a los manifestantes que cortaron la vía pública, y cree que los agentes actúan con menos contundencia en ciertas protestas.
"Las reglas de una protesta en Tel Aviv deben ser las mismas que en Jerusalén: las mismas reglas para la izquierda y la derecha", remarcó el ministro, que aseguró que los agentes actúan de forma discriminatoria al ser más contundentes en protestas derechistas.
Con todo, Ben Gvir dará más directrices hoy a la Policía para que arreste a cualquier movilizado que bloquee carreteras o lleve pancartas que se consideren "incitadoras", como las que comparan a miembros del Gobierno derechista con los nazis, algo que se vio en la manifestación del pasado sábado.
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Las medidas del ultraderechista podrían ser un nuevo paso para reprimir la disensión o desobediencia civil en Israel, y enviar un mensaje a los movimientos y organizaciones contrarias a Netanyahu y su Ejecutivo que comienzan a movilizarse tras su vuelta al poder.
Ya antes de que el retornado primer ministro perdiera el poder en 2021, hubo un importante ciclo de protestas en su contra por parte de ciudadanos y amplios sectores opositores que pedían su dimisión.
En poco más de diez días desde que asumió su cargo de titular de Seguridad Nacional, Ben Gvir ha llevado a cabo varias acciones polémicas que ilustran su agenda ultranacionalista y antiárabe.
A inicios de año visitó la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, uno de los epicentros del conflicto palestino-israelí. Este sitio es el tercer lugar más sagrado del islam y primero del judaísmo, y su aparición se consideró incitadora ante los palestinos y fue condenada por gran parte de comunidad internacional.
A su vez, Ben Gvir también ordenó recientemente que se retiren las banderas palestinas de cualquier espacio público en Israel, pese a no haber una ley escrita que lo establezca. Dio este paso después de que la semana pasada hubiera una celebración en un pueblo palestino del norte de Israel donde se ondearon banderas palestinas para recibir a un preso liberado tras 40 años de encarcelamiento.