Sentado en una silla, debido a sus problemas de rodilla, Francisco respondió durante una hora a las preguntas de los periodistas que viajan con él, y lamentó aunque sin hacer referencia a Irán “qué las mujeres tengan siempre que luchar por sus derechos” y aseguró que es algo que lleva “siempre en el corazón”.
“Hay que decir la verdad, la lucha por los derechos de la mujer es una lucha continua pues en algunos lugares ha conseguido una igualdad y en otros no llega”, dijo Francisco, que recordó las peticiones de las mujeres en su país para poder votar en los años 50.
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Al respecto condenó duramente la práctica de la mutilación genital a las niñas que se realiza en algunos países africanos, que calificó como “algo terrible para la humanidad”.
“Que no se logre detener esto es un acto criminal”, agregó.
“Tenemos que seguir luchando porque las mujeres son un don”, subrayó Francisco, para quien “una sociedad que no es capaz de poner a una mujer en su lugar no va adelante” y añadió: “Hay grandes mujeres que han cambiado la economía porque las mujeres saben cambiar las cosas de otro modo, que no es diferente al de los hombres sino complementario”.
Papa elogió a las mujeres
Elogió que “las mujeres tienen un camino propio para resolver las cosas y que la mujer trabaja para el bien común, con esa intuición que sólo tienen las mujeres” y a propósito resaltó que en los departamentos del Vaticano donde entra una mujer “las cosas mejoran”.
Destacó que no se trata sólo la necesidad de una “igualdad de derechos, sino de igualdad de oportunidades” y lamentó: “Aún nos falta camino porque existe mucho machismo”.
“Yo vengo de un pueblo machista y los argentinos somos machistas y esto es algo muy feo. Este machismo que asesina la humanidad”, agregó.
En Baréin, el papa pidió ante las autoridades del país “derechos y condiciones justas y cada vez mejores para los trabajadores, las mujeres y los jóvenes” en toda la región del golfo Pérsico, así como “el reconocimiento de la mujer en ámbito público, en la instrucción, en el trabajo, en el ejercicio de los propios derechos sociales y políticos”.