La joven de 22 años Mahsa Amini fue detenida el martes por la tarde por no cumplir con las estrictas normas de vestimenta, que incluyen el velo, y conducida a una comisaria para asistir a “una hora de reeducación”, según ha denunciado su familia.
Pero horas más tarde era ingresada en el Hospital Kasra de la capital y se encuentra en coma tras sufrir un ataque al corazón.
La noticia comenzó a correr como la pólvora por redes sociales y la Policía confirmó este jueves su arresto para “explicarle las normas de vestimenta”.
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“Repentinamente sufrió un problema del corazón (…) y fue inmediatamente llevada a un hospital”, aseguró la Policía en un comunicado recogido por medios iraníes.
Algunos grupos de derechos humanos iraníes han colgado en Twitter una foto de la joven en una cama de hospital entubada.
Jóvenes odiarán la religión
Las críticas a lo ocurrido no se han hecho esperar por parte de activistas en redes sociales, pero también en otros estamentos del país islámico.
“El arresto de Mahsa Amini para recibir orientación (sobre la ropa), seguido de su infarto y coma es suficiente para que varias generaciones de jóvenes odien la religión”, dijo en Twitter el clérigo reformista Mohamad Ali Abtahi, que ocupó la vicepresidencia del país entre 2001 y 2004.
Pero no solo del campo reformista han llegado críticas. El analista conservador Gheis Ghoreishi afirmó que “la policía de la moral es una fábrica de odio hacia el sistema político” en Twitter.
“La mayoría de las personas religiosas no apoyan la violencia, ilegal e indisciplinada contra sus hijos”, añadió.
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Mayor presión en este gobierno
El Gobierno del presidente conservado de Irán, Ebrahim Raisí, ha aumentado en los últimos meses la presión para las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta y conducta.
Así, las temidas furgonetas de la llamada Policía de la moral son más visibles que antes en lugares como la plaza Tajrish, en el norte de Teherán, llenas de mujeres que han sido detenidas por no llevar bien el velo.
Además, las autoridades están estudiando el uso de programas de reconocimiento facial para multar a las féminas que no cumplan con las normas.
El velo es obligatorio desde la revolución de 1979 liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban “desnudas”.
Otros colectivos también están sufriendo la presión del Gobierno, como la minoría religiosa de los bahaíes, que han sufrido una ola de arrestos en las últimas semanas, o el colectivo LGTB.
A principios de este mes, dos jóvenes fueron condenadas a muerte acusadas de "corrupción en la tierra” por tráfico de mujeres, según las autoridades judiciales del país persa.
Pero las dos mujeres son activistas por los derechos LGTB y de acuerdo con grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional fueron condenadas por su orientación sexual.