El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, había cifrado en un mensaje reciente en un centenar el número de soldados propios muertos cada día en combates.
Se trata de la primera cifra del total de soldados ucranianos caídos desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero, que reporta Kiev, aunque el propio Arestovych la calificó de "aproximativa".
El Estado Mayor ucraniano calcula, por otro lado, que el Ejército ruso ha sufrido unas 32.000 bajas entre sus soldados, unos 150 de los cuales en las últimas 24 horas.
Fuentes militares de Ucrania informaron asimismo de que prosiguen los intensos bombardeos en la región de Jersón, al igual que en todo el frente del Donbás, y ha apremiado a sus aliados occidentales a acelerar el envío de munición y suministro de armamento pesado.
En su habitual mensaje nocturno al país, Zelenski calificó de "muy feroz" la lucha en el Donbás contra el ejército ruso, que según el presidente ucraniano trata de destruir todas las ciudades del este del país.
"La lucha muy feroz continúa en Donbás. Repito estos nombres todos los días: Severodonetsk, Lysychansk, Bajmut, Sloviansk", afirmó Zelenski.
El presidente ucraniano acusó a Rusia de querer "destruir todas las ciudades del Donbás, 'todas', no es una exageración. Como Volnovakha, como Mariúpol".
Este es probablemente, añadió, “el ejemplo más rápido de la degradación completa de cualquier país: el camino que el “Estado ruso ha recorrido en 107 días” de la invasión de Ucrania.