Su propietario, el nicaragüense Alfredo Pérez, de 33 años, contóque hace siete años comenzó a entrenar de forma empírica a sus mascotas, y luego a ofrecer su servicio a domicilio y entonces notó que había mucha demanda y también un vacío.
De esa forma surgió la Escuela Canina de Nicaragua con el fin de que los dueños de mascotas, interesados en mejorar el comportamiento de sus cachorros, los pudieran llevar a un mismo lugar.
Lea más: Qué tener en cuenta para el bienestar de las mascotas?
En Nicaragua, entrenar perros, es un mercado casi virgen. Eso, más su afición por los mascotas, fue lo que llevó a Pérez, hace dos años, a abrir su propia academia canina.
Así pasó de ser un adiestrador empírico a uno profesional. Se tecnificó y se especializó en “la materia de entrenamientos y el psicoanálisis de los perros”, explicó.
Hidroterapia para perros
En su academia brinda servicios excepcionales y adaptados a todas las circunstancias que requiera el dueño de la mascota.
También imparte clases de hidroterapia, principalmente a perros de tamaño mediano a grande que tienen mucha hiperactividad, indicó.
La hidroterapia consiste en que el entrenador se zambulle en una piscina junto con el can y ambos empiezan a hacer ejercicios de manera estática, de relajación y de flotación, puntualizó.
Ese tipo de clase también se imparten a mascotas que han sufrido lesiones, displasia de cadera o tienen sobrepeso, apuntó.
Hospedaje canino
La Escuela Canina de Nicaragua ofrece, además, el servicio de hospedaje a los perros cuando, por motivos de viaje, sus dueños se tienen que ausentar.
“Nosotros ofrecemos la parte de hotel como tal: una habitación privada, le damos el cuidado 24 horas, siete días a la semana y nos encargamos de ver que, mientras los dueños de los perros están viajando, nosotros le damos el cuidado que ellos necesitan”, señaló el profesional.
Ser pacientes y generosos con las mascotas
Pérez explicó que la relación dueño-mascota es lo primordial, por ello los entrenadores de su academia, un total de siete, incluyen una materia en el que involucran a los propietarios para reforzar ese vínculo.
Allí les enseñan a los dueños de mascotas a ser pacientes y generosos, pero sin perder la autoridad.
Según el experto, la curva de aprendizaje de un can se da a partir de los tres meses de entrenamiento continuo.
Por ahora, dijo, tienen a más de 45 perros matriculados y hospedados, entre Husky Siberianos, Labradores, Pastor Alemán, Pug, Schnauzer, Beagle, y perros criollos o mestizos, conocidos así -estos últimos- porque no poseen características de raza pura, ni tiene un estándar definido.
Entrenan y se divierten
Estos amigos de cuatro patas, entrenan y se divierten de lunes a viernes, mientras que los fines de semana regresan a sus hogares, de acuerdo con el entrenador.
Los hospedados esperan con todas las comodidades hasta el regreso de sus amos.
Esta escuela cuenta con la colaboración de siete profesionales en adiestramiento canino e hidroterapia que constantemente se tecnifican y se especializan en una profesión que está en auge en Nicaragua, aseguró.
Evitar el aburrimiento
El entrenamiento canino no abarca únicamente la obediencia y la corrección de conductas, también busca que la mascota se divierta, pues si está aburrida podría ser causa de comportamientos inadecuados.
En los últimos dos años, al menos cuatro escuelas caninas han abierto sus puertas en Nicaragua.