Moscú aprovechó un debate del Consejo de Seguridad de la ONU, centrado en el uso de las nuevas tecnologías en favor de la paz y la seguridad, para lanzar toda una serie de acusaciones contra Estados Unidos y sus aliados, que precisamente en los últimos años han denunciado repetidamente supuestos ataques cibernéticos y campañas de desinformación online por parte de Rusia.
El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, dijo que los Gobiernos occidentales están respaldando un “ejército de hackers”, puesto en marcha por Ucrania, para atacar a Rusia y que ello plantea el riesgo de desencadenar una confrontación digital “a gran escala” que sería extremadamente peligrosa.
Además, Nebenzia avisó de que en el futuro será muy difícil controlar a estos piratas informáticos, que pueden terminar por convertirse en una amenaza para los países que ahora los apoyan.
"Colegas, están creando un ciberejército incontrolable, que tras entrenarse bajo su mando en Ucrania atacando a Rusia no se va a detener ahí", dijo el embajador a sus homólogos occidentales.
Al mismo tiempo, Nebenzia denunció que Estados Unidos y sus aliados "quieren crear un mundo en el que ellos y solo ellos controlan completamente el flujo de información, determinan lo que es verdad y lo que el público necesita leer y ver" y en el que "cualquier punto de vista alternativo es inmediatamente etiquetado como desinformación y propaganda".
"Los países que se llaman a sí mismos una comunidad de democracias están realmente construyendo un verdadero cibertotalitarismo", aseguró el embajador ruso, que acusó a las grandes empresas tecnológicas de ser parte de este proyecto.
La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, respondió acusando a Moscú de "lanzar ataques infundados para difundir exactamente el tipo de desinformación" que debe prevenirse y combatirse.
En su discurso, Thomas-Greenfield había asegurado que Rusia es el ejemplo más claro del uso de las nuevas tecnologías para combatir cualquier tipo de oposición y castigar a la sociedad civil y a los medios independientes.
“El Gobierno ruso sigue cerrando, restringiendo y degradando la conectividad a internet, censurando contenido, difundiendo desinformación online e intimidando y arrestando a periodistas por contar la verdad sobre su invasión”, señaló la representante estadounidense.