Especialistas y funcionarios analizaron los retos que enfrenta la salud mental en un foro de dos días, concluido este jueves, organizado por el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (Comisca).
En esta región, políticamente vinculada a través del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), se han visto en los últimos años "principalmente la depresión, ansiedad, suicidio, pero también el uso de drogas y alcohol, violencia de los hogares", dijo a Efe la secretaria ejecutiva del Comisca, Alejandra Acuña.
Estos comportamientos están impulsados "sobre todo por las dificultades socioeconómicas" que atraviesan las poblaciones de Centroamérica y República Dominicana, incluidos los migrantes, dijo la funcionaria regional.
PANDEMIA Y ADAPTACIÓN A UNA NUEVA REALIDAD
La coordinadora Nacional de Salud Mental en Desastres del Ministerio de Salud de Panamá, Delia De Icaza, señaló a Efe que "desde el inicio de la pandemia, y con la advertencia de organismos internacionales, estábamos ante un aumento preocupante de las enfermedades de salud mental".
"En esta fase se siguen incrementando" los problemas de salud mental, "incluso esperamos ver más aumento", advirtió.
De Icaza apuntó que "conforme va evolucionando la pandemia también lo hacen esas patologías, y ahora, donde hemos iniciado la parte de recuperación veremos otro tipos de trastornos".
Entre esos trastornos destaca la "ansiedad, depresiones, estrés postraumático sobre todo en personas que padecieron la enfermedad o se confinaron o en un cuarto de UCI así como las consecuencias del consumo, y el aislamiento social".
La experta destacó que las "patologías entre niños y adultos a nivel de salud mental son diferentes, porque están en diferentes etapas del ciclo vital".
Y reconoció que hay un impacto psicosocial en los menores por el "retraso de la socialización" ante la ausencia de la escuela, que en algunos países como Panamá la educación a distancia duró casi dos años.
EMERGENCIAS Y DESASTRES
Centroamérica fue azotada a inicios de noviembre de 2020, en plena pandemia, por el huracán Eta y, dos semanas después, por Iota, que dejaron unos 200 muertos, desaparecidos y una millonaria destrucción en infraestructura y cultivos, con especial afectación en Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Organismos internacionales dieron asistencia humanitaria y apoyo económico para minimizar el impacto de los dos históricos huracanes.
"Se da mucho énfasis en la alimentación, agua potable, y muy poco en salud mental" que puede ser atendida también en los albergues", indicó Acuña.
La secretaria ejecutiva de Comisca adelantó que respecto a dicha atención ya están "trabajando en un mecanismo de respuesta", sin dar más precisiones.
REFORZAR LAS ACCIONES, ESENCIAL PARA ATENDER LA SALUD MENTAL
"Ya contamos con un plan regional y una estrategia, aquí hacemos énfasis en algunos temas y ver acciones más operativas", concluyó Acuña.
De Icaza, con una opinión similar, dio importancia en "reforzar las acciones que cada país debe tener en el campo de la salud mental para afrontar lo que ya hemos venido viendo y que se ha acentuado a raíz de la pandemia".
El foro de Comisca culminó con un "documento político" que plantea el fortalecimiento de las políticas públicas a fin de mejorar el tratamiento y abordaje de la salud mental.
El documento con las conclusiones del foro, que no fueron publicadas, será presentado en una reunión de ministros de Salud el próximo junio para su aprobación.
“Contamos ya con un documento base que va a permitirnos elaborar una resolución que elevaremos al Consejo de Ministros de Centroamérica y R.Dominicana en junio”, dijo Acuña en el cierre del evento.