El pequeño Abdul fue secuestrado en noviembre de 2019 en Mazar-i-Sharif, capital de la provincia norteña de Balkh, y los captores reclamaron entonces a su familia U$S 1,5 millones por su liberación. Para presionar se hicieron virales imágenes en las que aparecía el niño con los ojos vendados y esposado.
"Es una gran noticia que un niño fue liberado del cautiverio de los secuestradores y entregado hoy a su familia", dijo a Efe el director provincial de Información y Cultura, Zabiullah Rohani.
El Gobierno talibán organizó una ceremonia especial para escenificar el reencuentro del niño Abdul con su familia, en un acto que fue retransmitido en directo por las televisiones locales y contó con la presencia del viceprimer ministro, Abdul Salam Hanafi.
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En las imágenes se ve cómo el niño vestido de blanco corre al ver a su padre en el estrado y se funde con él en un abrazo tras más de dos años de separación, mientras los presentes, todos hombres, gritan al unísono “¡Alá es grande! ¡Alá es grande!”.
Talibanes no informaron sobre posible captura de secuestradores ni sobre sus identidades
"Por ahora el niño ha sido liberado, y la información sobre el arresto de los secuestradores se compartirá con los medios de comunicación cuando se complete la investigación", dijo a Efe el portavoz de la policía provincial, Mohammad Asif Waziri.
Esta noticia positiva de la liberación del niño Abdul llega en una semana especialmente dura para Afganistán, donde se produjeron diferentes atentados contra mezquitas y centros de estudios que dejaron decenas de muertos y heridos.
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