De acuerdo con la Defensa Civil de Río de Janeiro (sureste), 6 de las 9 muertes ocurrieron en la turística ciudad de Paraty, en el litoral limítrofe con el estado de Sao Paulo; 2 más en Angra dos Reis, también en la llamada Costa Verde, y una en Mesquita, en la región conocida como Baixada Fluminense.
El deslizamiento en la paradisíaca playa de Ponta Negra, en Paraty, sepultó a 6 miembros de una misma familia y un helicóptero fue enviado hasta el lugar, al que no se puede acceder ni por mar, por las rocas que lo circundan, ni por vía terrestre, porque carece de carretera.
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Los órganos de socorro todavía no informaron si existen más personas desaparecidas en Paraty.
En la vecina Angra dos Reis, 2 personas murieron, 5 resultaron heridas y otras 12 siguen desaparecidas por otro deslizamiento que sepultó 4 residencias del barrio Monsuaba, próximo al litoral de la parte continental del municipio, también formado por una isla.
En Mesquita, en la región metropolitana de Río de Janeiro, la capital regional del estado homónimo, un hombre murió electrocutado cuando intentaba rescatar a una persona que había quedado aislada en una residencia inundada por las lluvias.
Otros municipios del estado, como Mangaratiba y Sacuarema se declararon en "alerta roja", porque el pronóstico meteorológico de lluvias se mantiene hasta le lunes.
Las muertes y desapariciones ocurren 2 meses después de la tragedia causada por los temporales veraniegos en la región serrana del mismo estado y que dejó 233 muertos, la mayoría en la ciudad de Petrópolis.