Desde un expresidente y experimentados políticos, hasta economistas, abogados, periodistas, médicos y predicadores evangélicos, el menú de 25 opciones presidenciales es el más amplio que los costarricenses hayan visto nunca en un proceso electoral, algo que también genera confusión entre la gente.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) también tuvo que tomar previsiones del caso para la impresión de una papeleta enorme que garantice orden y comodidad para los 3,5 millones de votantes convocados a las urnas para el próximo domingo.
En la lista de aspirantes hay 4 mujeres, de las cuales solo la exvicepresidenta entre 2002-2006 Lineth Saborio, del Partido Unidad Social Cristiana, obtiene apoyo importante en las encuestas y busca ser la segunda mujer en gobernar Costa Rica tras Laura Chinchilla (2010-2014).
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Otro de los favoritos es el expresidente entre 1994 y 1998, José María Figueres, hijo de una figura histórica de Costa Rica, el tres veces presidente José Figueres Ferrer, ya fallecido y quien en 1948 abolió el Ejército tras la última guerra civil que vivió el país.
También figuran en la lista de aspirantes dos predicadores evangélicos: Fabricio Alvarado, del Partido Nueva República, y Eduardo Cruickshank, de Restauración Nacional.
Alvarado perdió en la segunda ronda del 2018 ante el actual presidente Carlos Alvarado, del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana y periodista de profesión.
La rama de la comunicación estará representa también en estas elecciones con Greyvin Moya, reconocido periodista de investigación televisivo, sin olvidar que Fabricio Alvarado además de predicador evangélico es también periodista.
Según la última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, Figueres, Saborío, Alvarado, así como el diputado y abogado José María Villalta, y los economistas Rodrigo Chaves y Eliécer Feinzaig, son los aspirantes que obtienen apoyos superiores al margen de error de la encuesta de 3,1 %.
La encuesta indica que los indecisos llegan al 31 % a menos de una semana de las elecciones y que ningún candidato llega a 20 % de apoyo, por lo que están lejos del 40 % necesario para ganar en primera ronda.
El CIEP publicó 3 encuestas en enero en las que realizó preguntas que evidenciaron que el 41,2 % de los entrevistados dijo sentir estrés por las elecciones y una tercera parte de los indecisos afirmó que se siente "confundida entre tantos partidos políticos".
Pero la elevada cantidad de aspirantes presidenciales también puede ser una señal de que el sistema brinda la oportunidad de participación amplia a las personas que desean gobernar el país.
La jefa de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos, la exvicepresidenta y excanciller panameña Isabel de Saint Malo, comentó que la cantidad de candidatos ciertamente "agrega complejidad al proceso" pero que "es parte del ejercicio electoral".
"Como latinoamericana mirar a un país de la región que acude a un ejercicio debidamente preparado y organizado, donde hay multiplicidad de candidatos, que con el solo hecho de asistir están dando fe del respeto a la democracia, le agrega complejidad pero también es motivo de celebración", comentó.
El CIEP ha advertido que en los dos anteriores procesos electorales y en el actual, se ha observado una volatilidad en los votantes y que ello hace que cualquier escenario sea posible.
Las dos últimas elecciones han necesitado de una segunda vuelta electoral y todo hace indicar que en este 2022 se repetirá la historia y en abril los costarricenses deberán acudir de nuevo a las urnas.
Este 6 de febrero además del presidente, los costarricenses elegirán a los 57 diputados de la Asamblea Legislativa para el periodo 2022-2026.