China continental es gobernada por una dictadura comunista, mientras en la isla rige una democracia liberal.
Taiwán, una democracia de 23 millones de habitantes, vive bajo la constante amenaza de una invasión de China, que considera a la isla un territorio rebelde.
Pekín aumentó la presión sobre Taipéi desde la elección en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, quien es partidaria de una Taiwán “independiente” y no como volver a reunificarse, como lo plantean otros sectores.
La videoconferencia, celebrada en la noche del lunes en Washington y el martes temprano en Pekín, duró tres horas y media, “más de lo esperado” , indicó un alto funcionario estadounidense.
“La conversación fue respetuosa y sincera” , añadió.
El objetivo de la videoconferencia era establecer “salvaguardas” para contener la creciente volatilidad de las relaciones entre las dos potencias mundiales, pero en ella afloraron las tensiones, especialmente alrededor de Taiwán, la isla autogobernada democráticamente reivindicada por Pekín.
Los medios estatales chinos indicaron tras la cumbre que Xi advirtió a Biden que atizar la independencia de Taiwán sería “jugar con fuego”.
“Las autoridades taiwanesas han intentado muchas veces apoyarse en Estados Unidos para su independencia (...) Algunas personas en Estados Unidos intentan ‘usar a Taiwán para controlar a China’” , dijo según la agencia estatal Xinhua.
“Esa tendencia es muy peligrosa y es como jugar con fuego, y quienes juegan con fuego se queman” , añadió.
En el comunicado de la Casa Blanca, Biden también reafirmó su postura respecto a esta isla, cada vez bajo mayor presión militar y diplomática de Pekín.
“Estados Unidos se opone fuertemente a los intentos unilaterales para cambiar el statu quo o diezmar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán” , señaló el comunicado.
El texto también reitera la política estadounidense contraria a reconocer una eventual independencia de la isla, pero a favor de ayudar a defenderla ante hipotéticos ataques de China.
Un funcionario estadounidense, que pidió no ser identificado, explicó que hubo “una extendida discusión sobre Taiwán” durante la cumbre.
El comunicado de la Casa Blanca también explicó que Biden mostró su preocupación por el respeto de los derechos humanos en China, especialmente en Tíbet, Hong Kong y en la región de Xinjiang, donde vive la minoría musulmana uigur.
Desde la investidura de Biden en enero, ambos líderes habían hablado extensamente por teléfono dos veces. Ante la negativa de Xi de viajar al extranjero durante la pandemia, se optó por un encuentro en línea como única posibilidad de una cumbre a corto plazo.