Doña Letizia ha recorrido las instalaciones de este centro, en la frontera con Argentina, saludando a los estudiantes que aprenden a cocinar, arreglar habitaciones, servir en restaurantes y otras habilidades que les permitirán beneficiarse del aumento del turismo en esta región.
Financiado en buena parte por la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo y gestionado junto al Consejo Consultivo de Turismo de la ciudad, la Escuela Taller de Encarnación ofrece becas de estudio a jóvenes de entre 16 y 23 años, que deberán compaginar sus estudios con trabajos en prácticas en empresas de la zona.
El coordinador de la escuela, el español Raimundo Espiau, explica que, para contener las crecidas del río Paraná (frontera con Argentina) se construyó hace una decena de años una costanera que ha provocado la creación de “playas estupendas”.
Esto, unido al atractivo de las ruinas de las misiones jesuíticas de la región, ha provocado un incremento “espectacular del turismo” hasta el punto de que en los últimos años, Encarnación ha pasado de tener 8 hoteles a unos 60, explica Espiau.
“Se trata de dar una salida laboral a todos estos jóvenes y que puedan ganarse la vida y soñar con mejorar”, subraya.
Acompañada por los responsables del centro, la reina ha recorrido las instalaciones de la escuela, pasando por una sala en la que una docena de chicos aprenden electricidad a base de arreglar lámparas y enchufes, u otra en la que unos jóvenes practican cómo poner una mesa con multitud de cubiertos y vasos, o cómo elaborar cócteles de colores.
Un poco más allá, otro grupo aprende ha hacer figuras decorativas con las toallas, que tras mucho manipular quedan dobladas en forma de cisne, para “una ocasión especial”, explica el profesor.
En la cocina, una decena de chicas espera a la reina ante los fogones en los que aprenden todo lo necesario para trabajar en un hotel turístico.
De hecho, Rafaela, de 20 años y que se gradúa en diciembre de un curso de dos años de duración, ya trabaja en un establecimiento hotelero y sueña con ser chef.
A su lado, casi igual de nerviosa por la llegada de la reina, Romina, de 19 años y auxiliar en “Pizza Chef” explica todas las recetas de entrantes locales que han preparado para impresionar a la reina.
Doña Letizia accede por fin a la cocina, saluda a los jóvenes y les anima a seguir formándose con el apoyo de la cooperación española.