Las autoridades aseguran que ese núcleo costero y turístico de la isla no está en riesgo.
El director técnico del Plan de Prevención de Riesgo Volcánico de La Palma (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, explicó que de una de las coladas de la lava que manan del volcán de la Cumbre Vieja en concreto la identificada como número 3, se ha desprendido un pequeño apéndice que es el que se dirige hacia las zona conocida como Majadas y que podría afectar a la carretera de acceso al núcleo turístico.
El responsable del organismo que monitoriza la actividad del volcán y organiza la respuesta al fenómeno, explicó que siguen las condiciones eruptivas con altas tasas de emisión de lava y una reconfiguración del cono volcánico, que se mantiene con una apertura hacia el oeste, lo que es favorable para que el material magmático que lanza no ocasione más daños.
La calidad del aire ha mejorado en las últimas 24 horas, sin que se hayan rebasado los umbrales de dióxido de azufre en ninguna de las estaciones medidoras.
El Pevolca ha dispuesto un sistema de semáforos para informar puntualmente a la población sobre las condiciones del aire y los consejos asociados a cada nivel que serán difundidos por el 112 y los ayuntamientos.
La calidad del aire de calificará como buena (azul), razonablemente buena (verde), regular (amarillo), deficiente (naranja), muy deficiente (rojo) y extremadamente mala (morado).
Por ahora, desde que comenzó la erupción volcánica hace casi seis semanas, la calidad del aire se ha mantenido entre el azul y el naranja.
La columna eruptiva de gases y cenizas que arroja el volcán alcanza los 3.300 metros de altura y las emisiones de dióxido de azufre en ese penacho mantienen por quinto día consecutivo valores decrecientes, aunque aún altos con 15.000 toneladas diarias.
El enjambre sísmico asociado a la erupción se mantiene como en los últimos días, con una magnitud máxima de 4,2 y una intensidad de IV en una escala de XII en las últimas horas.
Sobre las afecciones a viviendas no hay nuevos datos, pero sí en cuanto al destrozo de cultivos, con 266,61 hectáreas afectadas.
El último recuento sobre la afección a las vías y carreteras supera los 60 kilómetros.
De las personas desalojadas, unas 7.000, hay 454 en hoteles y 44 personas dependientes en centros sociosanitarios.