Un ensayo clínico que condujo por cuenta propia tuvo resultados muy alentadores, con un 89% de pacientes que se curaron frente a un 52 % en el grupo que recibió el tratamiento estándar.
Además, el 80 % de los participantes del ensayo que probaron el nuevo tratamiento evitaron efectos secundarios importantes, frente al 40 % en el otro grupo, informó la ONG en un comunicado.
El nuevo régimen es totalmente oral, tiene seis meses de duración y está dirigido a tratar a enfermos que han desarrollado una tuberculosis resistente a la rifampicina, que es el tratamiento generalizado.
El estándar de atención actual puede tardar hasta 20 meses en completarse, requiere inyecciones dolorosas y la ingesta de hasta 20 píldoras diarias que pueden provocar efectos secundarios muy graves, todo lo cual al final solo cura a uno de cada dos enfermos.
Para el ensayo, MSF reclutó a 552 pacientes, de los cuales 301 participaron en la fase II y III del ensayo, que se realizó en siete lugares de Bielorrusia, Sudáfrica y Uzbekistán.
La organización inició este proyecto hace nueve años frente a los pocos esfuerzos que observaba en la industria farmacéutica para encontrar tratamientos menos agresivos para la tuberculosis resistente a los antibióticos de primera linea.
"Las enfermedades más prevalentes en los países de ingresos bajos y medios no atraen inversiones", según el doctor Bern-Thomas Nyang'wa, director médico de MSF e investigador jefe del ensayo, citado en el comunicado.
En 2020, la mortalidad por tuberculosis aumentó hasta cegar la vida de 1,5 millones de personas (100.000 más que el año anterior) como consecuencia de la interrupción que causó la pandemia en los servicios de salud esenciales de los países con alta incidencia de tuberculosis.
En medio de esa situación difícil, 13.800 personas iniciaron un tratamiento para la tuberculosis gracias a MSF, incluyendo 2.100 enfermos de tuberculosis resistente.
La organización dijo que publicará los resultados completos de sus ensayos y compartirá igualmente estos datos con la Organización Mundial de la Salud, con la esperanza de que ésta los utilice para actualizar los protocolos de tratamiento.