El desembarco tendrá lugar previsiblemente mañana, según anunció en sus redes sociales la ONG SOS Méditerranée, que denunció que “demasiado a menudo” las personas salvadas tienen que esperar días en alta mar sufriendo consecuencias mentales y psíquicas.
"Esta espera inhumana no puede convertirse en habitual. Los países europeos deben urgentemente establecer un sistema de desembarco compartido y solidario. En el Mediterráneo central se da una crisis humanitaria", reivindicaron.
Ayer Italia indicó el puerto de Trapani, también en Sicilia, para desembarcar otros 257 inmigrantes que llevaban casi ocho días a bordo del barco de la ONG alemana Sea Watch.
En la noche del jueves el barco Geo Barents de Médicos sin Fronteras, que acababa de llegar al Mediterráneo central, efectuó su primer rescate salvando a 25 personas, incluidas 10 menores no acompañados que llevaban dos días en una patera a la deriva.
El número de llegadas a Italia por mar va en aumento respecto a los datos de los pasados dos años, y especialmente importante es la presión en la pequeña isla de Lampedusa, el enclave italiano más meridional, a apenas 200 kilómetros del norte de África.
En lo que va de año, hasta ayer 6 de agosto, han desembarcado en el país 30.398 inmigrantes, más del doble que el año precedente (14.832), según datos actualizados del Ministerio del Interior.