“Nuestro análisis cuidadoso y crítico de los datos actualmente disponible no proporcionan ninguna evidencia de que el SARS-CoV-2 se haya originado en un laboratorio”, dijo este jueves en un comunicado de la Universidad de Sídney Edward Holmes, quien lideró este estudio junto a Andrew Rambaut, de la Universidad de Edinburgo.
No obstante, Holmes y una veintena de colegas internacionales indicaron en el trabajo, publicado el miércoles en el portal científico Zenodo, que "no se puede descartar completamente" la hipótesis de un accidente de laboratorio, a pesar de que no existe evidencia alguna sobre ella.
Estas conclusiones científicas coinciden con la investigación impulsada por Estados Unidos sobre el origen de la pandemia, ante la sospecha de que pudiera haber surgido accidentalmente en un laboratorio de la cuidad china de Wuhan, donde se detectó el virus por primera vez en diciembre de 2019.
Las sospechas se apoyan en que Wuhan, que tiene varios mercados de animales y es un importante centro de viajes y comercio de China, también alberga un laboratorio virológico.
No obstante, el equipo de científicos enfatizaron que esta situación "refleja más bien el hecho de que los patógenos suelen necesitar zonas muy pobladas para establecerse".
Estos biólogos de Australia, Austria, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda y China advirtieron que si no se investiga el origen zoonótico de los virus de forma coordinada, se "dejaría al mundo vulnerable" ante futuras pandemias derivadas de las mismas actividades humanas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que envió a expertos en enero a Wuhan para investigar el origen del nuevo coronavirus, y la comunidad científica consideran que el origen fue zoonótico (transmitido a humanos desde otras especies), aunque no se ha determinado el animal transmisor.
El origen del nuevo coronavirus ha causado roces entre China y Estados Unidos y Australia, que se intensificaron en mayo cuando los servicios de Inteligencia de Washington reavivaron la teoría de que la pandemia comenzó en un laboratorio de Wuhan.
La Unión Europea reclamó “transparencia” sobre este tema y se sumó a las exigencias de EEUU frente a China para saber cómo y dónde surgió el virus del SARS-CoV-2.