Así lo señaló el pontífice en su catequesis de la audiencia general con los fieles, repasando la epístola a los galatas del apóstol Pablo y el modo en el que algunos judíos se infiltraron en ese pueblo de Asia Menor para contaminar sus enseñanzas.
"Esta condición no está lejos de la experiencia que diversos cristianos viven en nuestros días", avisó el papa ante los fieles que se congregaban en el patio San Dámaso del Vaticano.
En su opinión, en la actualidad "no faltan tampoco hoy, de hecho, predicadores" que sobre todo a través de los nuevos medios de comunicación se presentan "como auténticos custodios de la verdad", para decir "cuál es la mejor manera de ser cristianos".
Estos "predicadores" afirman en que "el cristianismo verdadero" es al que están vinculados ellos mismos, "a menudo identificado con ciertas formas del pasado", y que la solución a las crisis actuales es "volver atrás para no perder la genuinidad de la fe".
Francisco alertó de que existe en la actualidad "la tentación" de encerrarse en algunas "certezas adquiridas en tradiciones pasadas".
"Muchas veces vemos esto en alguna comunidad cristiana o diócesis. Se empieza con historias y se termina desacreditando al párroco o al obispo. Es el camino maligno, el de esta gente que divide y no sabe construir", lamentó.
Y dijo que uno de los rasgos de estas personas es "la rigidez".
Por contra, el papa argentino instó a seguir las enseñanzas del apóstol para "comprender qué camino seguir" en la fe.
"Es el camino del anuncio que se realiza a través de la humildad y la fraternidad; es el camino de la confianza mansa yobediente, en la certeza de que el Espíritu Santo obra en todos los tiempos de la Iglesia", zanjó.