“Tranquilidad a los compatriotas que se han movilizado, tranquilidad. Hoy es el momento en que se necesita serenidad, responsabilidad, frialdad también”, declaró a periodistas el candidato del partido izquierdista Perú Libre.
Antes de abordar un vehículo desde su local de campaña, en el distrito limeño de Breña, Castillo pidió a sus seguidores, que se reúnen desde hace días en las afueras de la sede del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), "no caer en la provocación".
"Estamos en un momento crítico y creo que el pueblo peruano tiene que entender que, por encima de todo, hoy ya no es el tiempo de campaña, es el tiempo de la verdadera democracia", sostuvo en referencia a las manifestaciones y protestas que realizan tanto sus seguidores como los de su rival, la derechista Keiko Fujimori.
Este sábado, los seguidores de ambos candidatos se encontraron en el centro histórico de Lima, en medio de un cerco policial formado para impedir que se presenten incidentes.
Miles de simpatizantes de Fujimori, quien afirma que es víctima de un intento de "fraude en mesa", recorrieron las calles del centro de Lima al grito de "no al fraude" y "el comunismo va a caer".
Fujimori declaró este sábado que el "fraude en mesa" y la "izquierda internacional" están detrás del resultado de las elecciones, que tienen a Castillo como virtual ganador, a falta de la proclamación oficial por parte del JNE.
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) informó que el candidato mantiene una ventaja de 50.938 votos sobre Fujimori cuando ya se ha contabilizado el 99,89 % del sufragio de la segunda vuelta electoral celebrada el pasado domingo en Perú.
El pequeño porcentaje de votos procesados pero aún por contabilizar está comprendido en 95 actas que deben ser revisadas por el jurado electoral por presentar algún error material, impugnación o falta de firmas, entre otros asuntos.
Sin embargo, el JNE no proclamará al ganador de los comicios hasta que se revisen otros cientos de pedidos de nulidad de actas impulsados, en su mayoría, por Fujimori.