El secretario de Estado para Oriente Medio y el Norte de África del Ejecutivo británico, James Cleverly, urgió "a todas las partes a trabajar juntas para reducir las tensiones en Cisjordania, incluida Jerusalén".
"Llamamos a Israel a adherirse a los principios de necesidad y proporcionalidad al defender sus intereses legítimos de seguridad", dijo Cleverly, al tiempo que llamó a facilitar la llegada sin obstáculos de ayuda humanitaria a la zona.
El secretario de Estado subrayó al mismo tiempo que "Hamas y otros grupos terroristas deben cesar sus ataques" y declaró que "no hay justificación alguna para fijar a los civiles como objetivos".
"El Reino Unido condena sin matices el lanzamiento de cohetes hacia Jerusalén y otras localizaciones en Israel", dijo Cleverly, quien consideró que los israelíes tienen "el legítimo derecho a la autodefensa".
Adujo asimismo que es "vital" que los ataques de Israel sean "proporcionados, en línea con la legalidad internacional, y que se hagan todos los esfuerzos para evitar víctimas civiles".
Se mostró asimismo "preocupado" por la destrucción de edificios que albergaban medios de comunicación internacionales y otras infraestructuras en Gaza.
"Estamos al tanto de que instituciones médicas, diversas escuelas y muchos hogares en Gaza han sido destruidos o han quedado seriamente dañados", afirmó.
El portavoz de Exteriores de la oposición laborista, Wayne David, conminó por su parte al Ejecutivo a "hacer todo lo posible" para reiniciar un proceso de paz en la región "con urgencia".