La variante incluye mutaciones “asociadas con un incremento de la transmisión” y con una menor capacidad de neutralizar el virus con algunos tratamientos con anticuerpos monoclonales, destacó la OMS en su informe epidemiológico semanal.
Asimismo, algunos análisis realizados en Estados Unidos muestran una posible reducción de los efectos neutralizadores de las vacunas contra esta variante, e incluso estudios preliminares con la vacuna Novavax-Covaxin muestran que ésta no es capaz de contrarrestarla, señala la OMS.
La variante india, detectada primero en pacientes de ese país a finales de 2020, está siendo estudiada mediante más de 1.200 secuenciaciones de su genoma en 17 países, entre ellos la propia India, Reino Unido, EE. UU. y Singapur.
Pese a la preocupación por la incidencia de este virus en la India (que ya concentra casi un 40 % de los nuevos casos globales) la OMS la considera aún sólo una “variante de interés” y no “variante de preocupación”, el máximo nivel de alerta (por ahora sólo considerado para las de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil).