“Hoy cerramos nuestra campaña. ¡Vamos con fuerza, humildad y esperanza!”, tuiteó Keiko Fujimori del partido Fuerza Popular (derecha) al comenzar una caravana de vehículos por Lima.
El recorrido de la marea naranja, el color que representa los fujimoristas desde hace tres décadas, se inició en una escuela que lleva el nombre de su padre, Alberto Fujimori, quien gobernó de 1990 a 2000 y ahora cumple una condena de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción.
A bordo de una camioneta negra, Keiko y su hermana menor, Sachi, recorrieron distritos del norte y el sur de la capital peruana, donde decenas de seguidores con mascarillas la esperaban con camisetas naranjas, banderas y carteles en los que se leía “Keiko presidenta”.
“Los peruanos el 11 de abril vamos a poder hacer una buena elección, lo importante es acudir a las urnas y poder elegir (...) que sea una fiesta democrática”, dijo Keiko en Villa Salvador a periodistas.
Muchos de los seguidores, en su mayoría mujeres y niños, se aglomeraron haciendo caso omiso a las recomendaciones frente a la pandemia para saludar a la candidata, que vestía un polo blanco con el escudo de la bandera peruana en el pecho.
“Los jóvenes estamos contigo Keiko”, decía un cartel enorme en un camión que transportaba decenas de jóvenes universitarios.
“Ella es el cambio, ya es hora que una mujer asuma el gobierno, el poder, para que termine con toda la corrupción que tenemos ahorita”, dijo a la AFP Rosario Velarde, de 52 años, que esperaba a la aspirante en Los Olivos.
“Mi voto va ser para Keiko, porque yo creo que va ser como su padre ‘el Chino’ que hizo muchas obras”, expresó a la AFP Nélida Zaña, de 54 años.
En el cierre de campaña de Keiko, que busca por tercera vez la presidencia de Perú, también participó su esposo, el estadounidense Mark Vito Villanella.
Keiko de 45 años, casada y madre de dos hijas, afronta una acusación de la fiscalía por recibir presuntamente dinero ilegal de la constructora brasileña Odebrecht para sus campañas de 2011 y 2016, lo que ella niega.
Es una de los siete postulantes con opciones de pasar a una segunda vuelta decisiva, en una reñida campaña en que ninguno de los 18 candidatos supera el 10% en la intención de voto.
Los sondeos indican que el sucesor del presidente interino Francisco Sagasti se decidirá en un balotaje el 6 de junio.
Keiko fracasó en sus anteriores intentos por alcanzar la Presidencia, en 2011 y 2016. En ambas perdió la elección en segunda vuelta ante Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuzcynski, respectivamente.
Otros en la recta final
También el candidato Yonhy Lescano, cerró su campaña con una caravana de vehículos que recorrió algunos distritos de clase media y alta de Lima, hasta cerrar el acto en su local partidario del centro histórico de la capital.
“Hoy estamos terminando esta cruzada. Me siento feliz de haber recorrido todo el Perú y haber encontrado peruanos y peruanos que nos respaldarán este 11 de abril”, dijo Lescano, del partido Acción Popular.
Cerca de allí, el candidato de izquierda radical, Pedro Castillo, ponía punto final a su campaña recorriendo igualmente las calles, pero a caballo, seguido por decenas de simpatizantes.
“Llamo a la juventud, obreros, reservistas, agricultores, a que depositen su confianza en un hombre del pueblo y no en los verdugos del pueblo”, dijo Castillo en el acto final subido a una tolva en una plaza limeña.
En cambio, el ultraconservador Rafael López Aliaga, de Renovación Popular, se vio obligado por la policía a suspender su caravana electoral en el distrito populoso de Comas para evitar aglomeraciones.
La izquierdista, Verónika Mendoza, hizo lo propio en su natal Cusco, al sureste de Perú, en medio de una ceremonia mística con chamanes andinos que realizaron una ofrenda a la tierra en la plaza Túpac Amaru de la antigua capital del imperio incaico.
“Este 11 de abril no solo se trata de elegir un nuevo gobierno, o nuevo Congreso. Se trata de lograr un cambio verdadero para nuestro pueblo”, señaló Mendoza, de Juntos por el Perú.