La enfermedad se transmite por el contacto o ingesta de animales infectados con el virus, el contacto directo con una persona enferma, o con sus secreciones corporales (heces, vómito, saliva, etc.).
Con adecuadas normas de higiene, la enfermedad es de bajo contagio, pero tiene un índice de letalidad muy elevado, de alrededor del 60%, pudiendo llegar hasta un 90%, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Guinea y la OMS se sienten mejor equipadas que hace cinco años, merced sobre todo al progreso de la vacunación para enfrentar esta enfermedad viral, que apareció en 1976 por primera vez en la actual República Democrática del Congo (RDC), donde aún persiste.
En Liberia, vecino de Guinea, donde no se ha detectado ningún caso, el presidente George Weah ordenó inmediatamente fortalecer la vigilancia y sensibilizar a la población, sobre todo en las fronteras.
“Estoy inquieto como ser humano, pero mantengo la calma porque gestionamos la primera epidemia y la vacunación (ahora) es posible” , declaró el sábado de noche el ministro de Salud guineano, Rémy Lamah.
Los siete nuevos casos (tres muertes), surgieron en la región selvática de Guinea, cerca de Liberia. Pruebas realizadas en Conakry (capital de Guinea) confirmaron ayer que se trata de Ébola.
“Esto ubica a Guinea en situación de epidemia de Ébola”, anunció el director de la Agencia de salud de Guinea (ANSS) , Sakoba Keïta, tras una reunión de emergencia.
Ritos funerarios
Éste explicó que una enfermera falleció a fines de enero en Guecké, cerca de la capital regional, Nzerekoré, “muchas personas fueron a su entierro y algunas comenzaron a tener síntomas de diarrea, vómitos, hemorragias y fiebre días después”.
Fue en esta región, a más de 800 km de Conakry por carretera, donde comenzó la epidemia que mató a más de 11.300 personas entre 2013 y 2016, principalmente en Guinea, Sierra Leona y Liberia.
“La situación respecto a 2014 es muy diferente, ya que entonces el diagnóstico demoraba 3,5 meses, y actualmente menos de dos semanas” , señaló el director de la ANSS.
El balance de la epidemia anterior en África del oeste, aunque la propia de la OMS admitió que fue subvaluado, es siete veces mayor en muertes que todas las epidemias anteriores de Ébola desde su aparición en 1976.
La segunda epidemia más grave, la décima registrada en la RDC, se declaró en agosto de 2018 en el este del país. Finalizó oficialmente en junio de 2020, con un balance de 3.481 casos y 2.299 muertes (OMS) . Kinshasa anunció a comienzos de febrero un “resurgimiento” que provocó dos víctimas.
Guinea, país pobre pese a importantes recursos naturales, sufre profundas divisiones tras la elección en octubre para un polémico tercer mandato del presidente Alpha Condé y por los arrestos de opositores.
El país, con capacidades sanitarias limitadas como muchos otros de la región, además ha registrado oficialmente unos 15.000 casos de covid-19, y 84 muertes.
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AFP