“El gobierno colombiano recibió del embajador de Cuba (...), José Luis Ponce, una comunicación con un supuesto atentado terrorista que estaba siendo planeado para Colombia por parte del grupo ELN”, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, en una declaración a la prensa.
Desde mayo de 2018 La Habana alberga a una delegación de esa organización, reconocida como la última guerrilla activa en Colombia tras el acuerdo de paz que negociaron las extintas FARC en la isla.
Los rebeldes del ELN venían actuando como negociadores ante el entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en busca de un pacto semejante que cerrara por completo el conflicto interno de más de medio siglo.
Sin embargo, Duque rompió los diálogos que sostenía su antecesor tras una ataque con carro bomba del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra una academia de policía en Bogotá que dejó 22 víctimas, además del agresor, en enero de 2019.
En el memorando firmado por el embajador cubano, se habla de “un supuesto ataque del Frente Oriental de Guerra (...) para los próximos días en Bogotá”.
El representante dijo que la información fue compartida con la delegación de la guerrilla en la isla, “la cual expresó total desconocimiento” sobre dichos planes.
De igual forma “reiteró la garantía de que no tiene ningún involucramiento en las decisiones militares u operaciones de la organización”, según el texto diplomático divulgado por fuentes oficiales.
Tras la ruptura del proceso de paz, Duque exige a Cuba la extradición de los rebeldes en su territorio, a lo que se opone el gobierno de Miguel Díaz-Canel.
La Habana alega que existen unos protocolos suscritos por Colombia y países garantes que prevén que los exnegociadores sean devueltos de forma segura a sus campamentos en suelo colombiano.
El gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump empleó la negativa de Cuba como argumento para incluirla de nuevo en su lista de países patrocinadores del terrorismo.
El ELN cuenta con unos 2.300 combatientes y una extensa red de apoyo en centros urbanos. Bogotá también denuncia que un importante número de los rebeldes está en Venezuela con el amparo de “la dictadura de Nicolás Maduro”.