“Quiero dar las gracias a todo el mundo por el apoyo tremendo. Voy al Hospital Walter Reed. Creo que estoy bien, pero vamos a asegurarnos de que las cosas salgan bien. La primera dama está bien”, dijo el mandatario en la grabación hecha dentro de la Casa Blanca y en la que aparece de pie vestido de chaqueta y corbata.
Más temprano, Trump, salió de la Casa Blanca caminando para subir al helicóptero que lo trasladaría al hospital militar de Walter Reed para recibir tratamiento para el coronavirus.
El mandatario portó una mascarilla negra de tela y sostuvo el pulgar hacia arriba mientras caminaba, sin detenerse a hablar con la prensa. Luego hizo el saludo militar antes de subir al helicóptero.
El retador demócrata, Joe Biden, que lidera la intención de voto a nivel nacional, dio negativo al virus, tres días después del primer debate con el mandatario republicano, y prosiguió con su campaña, llamando a no “hacerse el duro” con el COVID-19 y a “usar mascarilla”.
Trump, de 74 años, y Biden, de 77, son considerados población de riesgo ante el COVID-19, que deja más de 207.000 muertos y 7,2 millones de contagios en Estados Unidos, el país más afectado del mundo por la pandemia.
La Casa Blanca aseguró que el 45º presidente de Estados Unidos sigue en funciones, pero pasará los próximos días en un hospital militar en las afueras de Washington.
“Por recomendación de su médico y expertos, el presidente trabajará en las oficinas presidenciales de Walter Reed durante los próximos días”, dijo la secretaria de prensa, Kayleigh McEnany.
El médico de la Casa Blanca, Sean Conley, indicó que Trump, con “fatiga” y de “buen ánimo”, recibió una dosis del cóctel de anticuerpos Regeneron, un tratamiento vía intravenosa que se encuentra en etapa de ensayos clínicos y no obtuvo aún luz verde de los reguladores.
El jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, había dicho más temprano que el presidente presentaba “síntomas leves” pero tenía “mucha energía”.
El vicepresidente Mike Pence, quien tomaría el poder si Trump se enferma gravemente, según dispone la 25 enmienda de la Constitución, dio negativo al COVID-19.
La Casa Blanca no dijo si Trump se dirigirá pronto a la nación.
El diagnóstico de Trump, conocido después de que su asistente Hope Hicks resultara contagiada, fue anunciado por el propio presidente en Twitter a las 00H54 (06H54 GMT) del viernes. El tuit, en el que dijo que comenzaría su cuarentena “de inmediato” junto a su esposa Melania, también contagiada, rápidamente batió los récords de “me gusta”.
La enfermedad de Trump generó nerviosismo entre los inversionistas bursátiles globales y Wall Street cerró en baja.
“Recordatorio”
Biden, quien viajó a Michigan, un campo de batalla clave luego del triunfo de Trump en 2016, deseó a su adversario y a la primera dama una “pronta recuperación” y dijo que estaba orando por ellos.
Pero aprovechó a insistir en la necesidad de tomarse el covid-19 “en serio”.
“Esto no es una cuestión de política”, dijo Biden, de barbijo. “Es un fuerte recordatorio para todos nosotros de que debemos tomarnos este virus en serio”.
La gestión del COVID-19 es el principal tema de campaña de Biden, quien culpa al mandatario de la crisis en el país por sus mensajes contradictorios sobre el virus y su displicencia para seguir las recomendaciones de expertos sobre el uso de mascarillas y el distanciamiento social para evitar contagios.
El moderador del debate en Cleveland, Chris Wallace, contó que los familiares de Trump habían llegado con mascarilla, pero luego se la habían quitado. Esa noche, Trump volvió a burlarse de Biden por las precauciones que toma.
“Yo no uso máscaras como él”, dijo Trump sobre Biden. “Cada vez que lo ves, tiene una máscara”, dijo.
El doctor Daniel Griffin, un especialista en enfermedades infecciosas, dijo a AFP que Trump tiene 20% de probabilidades de desarrollar una enfermedad grave que requiriera oxigenación, teniendo en cuenta su edad y peso.
Campaña alterada
La convalecencia del presidente plantea incertidumbres sobre la suerte de su candidatura para un segundo mandato. Trump está 7,1 puntos porcentuales por detrás de Biden a nivel nacional, según el promedio de encuestas de la plataforma RealClearPolitics.
El gerente de campaña de Trump, Bill Stepien, dijo que todos los eventos con el presidente pasarán a ser virtuales o se postergarán temporalmente.
Incluso el segundo debate Trump-Biden, programado para el 15 de octubre en Miami, está en duda.
Trump no cumplió con lo único que había quedado en su agenda pública: una llamada telefónica para discutir el “apoyo de covid-19 para personas mayores vulnerables”.
Trump, que se jacta de tener una salud de hierro, ha mantenido una apretada agenda de campaña a pesar del coronavirus, que ha minimizado más allá del sombrío balance de muertos y el golpe que supuso en la primera economía mundial.
La tasa de desempleo de Estados Unidos en septiembre, conocida el viernes, cayó al 7,9%, pero los datos apuntan a una desaceleración de la recuperación.
Trump se sumó a la lista de líderes mundiales que tuvieron covid-19, que incluye al presidente brasileño, Jair Bolsonaro; al primer ministro británico, Boris Johnson; y a la mandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, acusado por Washington de haber gestionado mal la pandemia, le envió sus “mejores deseos para una recuperación completa y rápida”.