También apunta que hay violado varias prerrogativas reales y se ha sobrepasado en sus poderes dando órdenes que solo competen a los reyes. “No estaba agradecida (por el nombramiento) y no se comportaba acorde a su título”, anota el escrito.
El nombramiento en julio de Sineenat como “noble consorte real” (“Chao Khun Phra”) fue el primero en casi cien años, ya que el título había quedado obsoleto. En el pasado, los monarcas tailandeses eran polígamos, práctica que se abandonó en el siglo XX y fue abolida legalmente en 1935.
A finales de agosto, Sineenat, de 34 años, apareció posando con el monarca en una serie de fotografías oficiales divulgadas por la Casa Real, donde también aparecía pilotando aviones o con uniforme militar. Además del título de “consorte real”, la mujer, una antigua enfermera en un hospital militar, fue despojada de su rango de general y oficial de la guardia real, entre otras competencias.
Dos meses antes del inusual nombramiento, Vajiralongkorn se casó por sorpresa, a tres días de su coronación, con la actual reina Suthida, una antigua azafata de vuelo que también había formado parte del cuerpo especial de seguridad real.
Vajiralongkorn, conocido por pasar largas temporadas en Alemania y por su afición a pilotar aviones, tiene siete hijos de sus tres antiguas parejas y, además de ser jefe del Estado desde la muerte de su padre, el venerado Bhumibhol Adulyadej, en 2016, ejerce como protector del budismo, la religión mayoritaria del país.
Tailandia tiene una de las leyes de lesa majestad más duras del mundo, que imposibilita cualquier debate público sobre las decisiones del monarca, aunque las cifras de acusaciones por esa ley han disminuido mucho desde que Vajiralongkorn ascendió al trono.