“Hamza bin Laden, el alto responsable de Al Qaeda e hijo de Osama bin Laden, fue abatido en una operación de contraterrorismo llevada a cabo por Estados Unidos en la región de Afganistán/Pakistán”, declaró Trump en un comunicado.
“La pérdida de Hamza bin Laden no sólo priva a Al Qaeda de su autoridad y su conexión simbólica con su padre sino que debilita también importantes actividades operativas del grupo”, añadió.
“Hamza bin Laden planeó y trabajó con diversos grupos terroristas”, declaró también el mandatario estadounidense.
A finales de agosto, el secretario de Defensa Mark Esper fue el primer responsable estadounidense en expresarse públicamente sobre la muerte de Hamza bin Laden.
Cuando le preguntaron en una entrevista si había fallecido el líder yihadista, respondió: “Eso tengo entendido”. Pero se negó a dar detalles sobre lo ocurrido.
Considerado como el sucesor designado por Osama bin Laden, el fundador de la organización que perpetró los atentados del 11 de septiembre de 2001, el treintañero Hamza estaba en la lista negra estadounidense de personas acusadas de “terrorismo”.
Washington había ofrecido en febrero una recompensa de hasta un millón de dólares por cualquier información sobre su paradero.
Riad le retiró la nacionalidad saudita en marzo a Hamza, el decimoquinto hijo de los 20 que tuvo Osama bin Laden.