La mexicana Fátima Bosch hizo historia en la 74ª edición de Miss Universo al ser coronada como la nueva reina de belleza del mundo, superando a más de 120 concursantes y llevando la cuarta corona para su país. La joven modelo de 25 años, originaria de Tabasco, se impuso en la final celebrada en Bangkok, Tailandia, en una noche llena de emociones intensas, pero también de controversia.
La victoria de Bosch no fue sencilla: semanas antes del certamen, la modelo se vio envuelta en un fuerte altercado con Nawat Itsaragrisil, presidente de Miss Grand International y figura vinculada a la organización de Miss Universo en Tailandia. Un incidente que casi eclipsa su participación.

Un mensaje de empoderamiento femenino
Fátima Bosch llegó a las cinco finalistas junto a las representantes de Tailandia, Filipinas, Venezuela y Costa de Marfil. En la ronda final, la joven tabasqueña sorprendió a todos con su contundente respuesta a la pregunta de la ex Miss Tailandia, Dr. Nok Chalida, sobre los desafíos de ser mujer en 2025. La mexicana respondió con una profunda declaración:
“Quiero usar mi voz y mi plataforma para ayudar a las demás. Estamos aquí para impulsar cambios. Somos mujeres que debemos levantarnos. Y las mujeres que logramos levantarnos con valentía somos las que hacemos historia.”
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Su respuesta, cargada de fuerza y empoderamiento, reflejó su visión de utilizar su plataforma no solo para representar la belleza, sino también para generar un impacto positivo en la vida de otras mujeres. Bosch fue ovacionada por su mensaje inspirador, el cual también compartió con las mujeres jóvenes, alentándolas a “creer en el poder de su autenticidad” y a no permitir que nadie les haga dudar de su valor.

Una mujer de retos y superación
Fátima nació el 19 de mayo de 2000 en Villahermosa, Tabasco, y desde joven demostró una fuerte vocación por la moda. Estudió Diseño de Indumentaria y Moda en la Universidad Iberoamericana y se formó internacionalmente en la Nuova Accademia di Belle Arti (NABA) en Milán. Sin embargo, sus logros no fueron fáciles: a lo largo de su vida, Bosch enfrentó grandes desafíos, desde el diagnóstico de TDAH y dislexia hasta las vivencias de bullying en su niñez. En diversas entrevistas, la mexicana ha resaltado el apoyo incondicional de su familia como clave para superar estos obstáculos.
En su tiempo libre, Fátima se dedica al activismo social, participando como voluntaria en proyectos de acompañamiento a niños con cáncer, entre otras iniciativas. Este perfil solidario le ha ganado el reconocimiento tanto en México como a nivel internacional.
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El conflicto que sacudió el certamen
Una de las escenas más comentadas del certamen ocurrió semanas antes de la final, cuando Nawat Itsaragrisil, presidente de Miss Grand International, increpó públicamente a Fátima Bosch por no generar suficiente contenido promocional sobre Tailandia. El altercado, registrado en video, mostró a Itsaragrisil gritando a la mexicana, llamándola “tonta” y exigiendo que los guardias la retiraran de la sala. El momento causó indignación entre las concursantes, quienes expresaron su solidaridad con la mexicana.
Fátima, visiblemente afectada, pero firme, no tardó en denunciar lo ocurrido. “Me gritó, me mandó callar. El mundo tiene que ver esto, porque somos mujeres empoderadas y esta es una plataforma para usar nuestra voz. Nadie podrá callar mi voz”, dijo en conferencia de prensa. Ante esta situación, el presidente de Miss Universo, Raúl Rocha, calificó el incidente como una “agresión pública” y anunció que la participación de Itsaragrisil en futuros eventos estaría limitada.

Una victoria que simboliza resistencia
A pesar de la polémica, Fátima Bosch se mantuvo enfocada en su objetivo y, con gran resiliencia, logró superar el incidente y conquistar la corona. Su victoria representa no solo el triunfo personal de una joven que luchó contra adversidades, sino también el empoderamiento de todas las mujeres que enfrentan desafíos en su vida diaria.
Al final de la noche, cuando su nombre fue pronunciado como Miss Universo 2025, México celebró con orgullo una nueva corona. La figura de Fátima Bosch se erige ahora como un referente de fortaleza, dedicación y solidaridad, y su mensaje de empoderamiento femenino seguirá siendo una inspiración para miles de mujeres en todo el mundo.
